La Xunta pretende mejorar las estructuras más valiosas y su próximo proyecto será el de O Pedrido. Mientras tanto, el gobierno está considerando qué hacer en Rande.
09 de enero de 2022 . Actualizado a las 5:00 a.m.
Los puentes son a menudo puntos de referencia sorprendentes que se han integrado en el paisaje a lo largo del tiempo. Sobre todo en Galicia, ya que muchos de ellos representan los únicos pasos sobre el Ras. En los últimos años, tanto la Xunta como algunos ayuntamientos han optado por la iluminación decorativa para mejorar estas estructuras, especialmente aquellas que son más valiosas en el ámbito de la ingeniería o la historia. En el caso de la Consellera de Infraestruturas y Mobilidade, la apuesta por la iluminación decorativa forma parte de la estrategia general que se viene persiguiendo desde hace años para lograr una cierta integración paisajística de las infraestructuras, especialmente aquellas que se han convertido en elementos de su entorno que crean identidad a lo largo del tiempo para ofrecerles un valor añadido. Esto incluye la creación de una especie de libro de estilo sobre infraestructuras y movilidad que intenta estandarizar la apariencia de rotondas o marquesinas en las paradas de autobús, por nombrar solo dos ejemplos.
Es en este contexto donde surge la estrategia de actuación, que se refiere a la iluminación decorativa de puentes, que, aunque ya ha comenzado en algunos casos -el puente de Noia- tiene una línea presupuestaria propia en el epígrafe de las cuentas de la Xunta para 2022 Post in valor e mellora da Illumination of Pontes. El objetivo es sistematizar el trabajo que se ha realizado de forma aislada en los últimos años sobre más puentes urbanos o puentes con valor histórico, explican fuentes del Ministerio de Infraestructura. Es el caso del Puente da Barca en Pontevedra, el Ponte Vella de Ourense, el Puente Nafonso (en Noia, todavía en construcción) y el Ponte Maceira.
Lo interesante es que antes de encenderlo, se supone que el puente se encuentra en buen estado de conservación, por lo que Antes de la implementación de las medidas de iluminación, se realizan trabajos para restaurar o fortalecer el paso elevado. Esto está sucediendo, por ejemplo, en el Puente Nafonso de Noia, donde se realizan trabajos de conservación antes del alumbrado, con un presupuesto total de 700.000 euros. Hay dos factores que deben tenerse en cuenta y evitarse en los proyectos de iluminación: la contaminación lumínica y los posibles daños a los ecosistemas.
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