La herida visible de Estefanía Martín Sáenz

Mantener

Muchos artistas contemporáneos usan costuras para expandir la pintura. Más allá del lenguaje (generalmente asociado al femenino) se utiliza como Extensión de una emoción reprimida que causa dolor. Un dolor que debemos dejar salir para purificar antes de hacer el sutil pero no trivial acto (de coser) de sanar, de cerrar la herida, de unir las partes que en algún momento han sido separadas, desgarradas o no, forzadas. espontáneamente.

actos sagrados

En otras ocasiones se usa casi como un acto sagrado, como un «kintsugi» más íntimo, mundano y casero que arregla algo que deseamos que siga siendo útil. si, vete ver el esfuerzo que implica y ser consciente de que la cicatriz es parte de ella

una decisión reflexiva y controlada que tomamos con la determinación de preservar algo completo.

“Maniobras de contención” es el título de la exposición de Estefanía Martín Sáenz en la Sala Asturiana Llamazares y, como destaca María de Touceda En su texto de sala, las maniobras de contención son aquellas que se utilizan para detener las fuerzas de la naturaleza que son indomables y terriblemente bellas además de peligrosas.

Si analizamos la obra de Martín Sáenz a lo largo de estos años, observamos una sólida evolución. Ahora nos acercamos a una fecha en la que muestra la madurez de lo forjado entre papeles, telas, pegados… cristaliza en una exposición muy resonante, a pesar de la sutileza de la obra, haciéndose cada vez más etérea en sus soportes.

El Proyecto de Ley de Bilbao (1982) siempre se ha basado en ccortar, pegar, fusionar, guardar, restaurar y recomponer mundos sombríos y los transforma en algo elegante. Como si fuera una alquimista de lo siniestro, transforma todos los terribles miedos y dudas del hombre en delicadas piezas de gran obra y belleza; desde sus primitivos «collages» hasta estos últimos bordados sofisticados (e incluso robotizados digitalmente).

Un símil terapéutico

La mecanización del proceso de costura es un paso en sus piezas que otorga gran importancia a su desarrollo. Aunque la tarea pueda parecer más sencilla, es mecánicamente tediosa; casi como colorear un gran grabado en cobre sobrecargado de colores, que hay que pasar una y otra vez por la presión de la prensa, yuna y otra vez la herida, la tensión, la expectativa y el riesgo de ver el resultado final sin dañar al usuario. Una parábola con la terapéutica que transforma todo en comprensión y virtud.

Y como con este miedo que tienes en caso de mareoella sigue lanzándose al proceso de costura, sabiendo que la belleza resultante eventualmente superará la aspereza de su tema.

«Maniobras de contención»pues con esos frágiles soportes y esa tensión que llevan a un desbordamiento, como en la pieza ‘Contienda de una Montaña I’, donde pasa casi desapercibida a través de la pared de la habitación y parte de ella arroja lo que la montaña ni siquiera arroja. capaz de controlarse con su supuesta rigidez. Sin duda Martín Sáenz ha alcanzado una perfección formal haciendo de su lenguaje e investigación un clásico reconocible.

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