El candidato recibe el apoyo de su grupo, la abstención de Vox y el rechazo de toda la izquierda
El Parlamento de Andalucía ha elegido a Juanma Moreno como presidente de la Junta de Andalucía para un segundo mandato. La candidatura del presidente en ejercicio, que tomará posesión este sábado una vez firmado el nombramiento por el Rey, salió adelante con los 58 votos de la facción del PP, que el pasado 19 de junio obtuvo una holgada mayoría absoluta, Vox y Vox absteniéndose del rechazo de el PSOE y los grupos de izquierda. Hubo 58 votos a favor, 37 en contra y 13 abstenciones por la ausencia de un diputado de Vox en la votación.
Moreno confirmó su emoción por ser reelecto en el cargo, asegurando que está cumpliendo un sueño que tenía desde muy joven. «Para mí es un sueño hecho realidad y también poder disfrutar del cariño y apoyo de una parte muy importante del pueblo andaluz». Aseguró que esto también significa asumir una gran responsabilidad. “Me abruma y me preocupa porque sé que vienen tiempos muy difíciles con muchas complejidades y sé que no tengo varitas”, dijo. De cara a los próximos pasos, ha anunciado que «hará el mejor gobierno posible para amortiguar los problemas que tendremos en el futuro».
El presidente ratificó la cortesía imperante en el Parlamento andaluz y lo puso como ejemplo para el resto de España
La segunda etapa de Juanma Moreno al frente del Gobierno andaluz comienza con un escenario muy diferente al de 2019, cuando consiguió convertirse en el primer presidente no socialista de Andalucía, tras firmar un acuerdo de gobierno con Ciudadanos y conseguir el apoyo parlamentario de Vox. En ese momento, su candidatura obtuvo el apoyo de 59 diputados, uno menos que hoy, pero a diferencia de entonces se vio obligado a equilibrarse con su socio de gobierno y aliado parlamentario. Ahora, tras conseguir el mejor resultado electoral de la historia de Andalucía para el Partido Popular, tiene las manos libres para tomar decisiones incondicionales, tanto en la formación de gobierno como en el seno del partido.
La primera señal de ello se verá el próximo lunes cuando anuncie la composición del nuevo Gobierno, cuestión sobre la que ha guardado absoluto silencio y sobre la que ha dejado claro que será el resultado de decisiones tomadas estrictamente en solitario, sin condicionamiento o presión interna o externa.
En la sesión de hoy jueves, en la que se ha enfrentado a los portavoces de todos los grupos parlamentarios, el presidente ha querido dejar claro qué carácter quiere dar a su segundo mandato. Ofreció diálogo a todos, defendió con tesón los principales pilares de su programa de gobierno -con la nueva bajada de impuestos en primer plano- y fue especialmente aficionado a defender las posiciones centristas que, gracias a la confianza de la mayoría absoluta, electores de muy diversa índole de antecedentes que se le otorgan.
El formato del segundo día de la sesión de investidura, en el que confrontó posiciones con los portavoces de todas las facciones, le resultó ideal para reforzar esa imagen de moderación, con constantes llamados al diálogo, la defensa de la disidencia parlamentaria como expresión de la pluralidad de la sociedad andaluza y la búsqueda de puntos en común con todos los grupos, lo que incluso le llevó a ver una posible conexión de diagnósticos con una de las parlamentarias más antípodas, la portavoz de Adelante, Teresa Rodríguez, sobre los problemas de la Comunidad Autónoma . «Si estuviéramos encerrados en habitaciones separadas para decir cuáles son los problemas de Andalucía, podríamos escribir diagnósticos que están 90 por ciento de acuerdo, pero tendríamos diferencias en las soluciones a esos problemas».
Moreno intentó dejar claro qué carácter quería darle a su nuevo mandato y volvió a huir del término mayoría absoluta
La candidatura recibió 58 votos a favor, uno menos que en 2019 pero menos votos en contra que entonces
El presidente también apeló al pluralismo al enfrentarse a la portavoz de Vox, Macarena Olona, quien negó que el amor a España o el respeto a los símbolos patrios sea herencia de la derecha. “Conozco a mucha gente progresista y de izquierdas que aman a España y enarbolan su bandera”, le dijo cuando le tocó replicar.
También en esa parte del debate, cuando debatió sobre el cambio climático con el portavoz del partido de Abascal, criticó lo que considera un uso por parte de la izquierda de este tema global con fines ideológicos.
El presidente también reclamó la buena sintonía entre los diputados y la cortesía que prevalece en el Parlamento como parte de la identidad política andaluza y que esto sirva de ejemplo para el conjunto del país. “Hoy hemos dado una lección política a toda España. Creo que muy pocos parlamentos autonómicos, y mucho menos las Cortes, ven un clima de serenidad y cordura como el que hemos vivido en Andalucía”, ha dicho el presidente. quien citó como ejemplo de una «política útil, cortés y correcta que debemos exportar al resto de España».
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