En otra llamada telefónica en Plaza de España, lamentaron la situación vivida por usuarios y familiares de las cuatro residencias del municipio
El grupo independiente Ipal ha anunciado a través de su portavoz, Manuel Gutiérrez, que sus cuatro asesores dimitirán si lo hacen dos o tres del gobierno local y el único socialista, Juan Carlos Prieto. Según ha explicado Gutiérrez, de esta forma sólo quedarían la alcaldesa Marisa Murillo y Cipriano Robles -ambos liberados-, por lo que «la empresa se disolvería y la Diputación tomaría las riendas del Ayuntamiento». Esta sería una solución al grave problema de Ipal en Albuquerque.
En una llamada telefónica en Plaza de España tras el fin de la concentración de trabajadores, otra alcaldesa independiente, Alicia García, centró su discurso en el tema de la falta de enfermeras en las residencias. Respecto a esta situación, dijo que hay «un deterioro en la atención sanitaria que reciben los usuarios» y realizó una serie de preguntas «a la concejala y al alcalde». Entonces se preguntó ‘¿quién prepara las medicinas diarias para los residentes? ¿Quién realiza el tratamiento? ¿Quién administra las recetas? ¿Quién realiza las pruebas Sintrom o analíticas? ¿Y quién es el responsable de las funciones que se suponía que debían realizar las enfermeras? “Todo este trabajo -agregó Alicia- fue contratado por el resto de trabajadores de las residencias que llevan 7 meses sin cobrar y han traído la pesada losa de Covid y han protegido a nuestros ancianos como ningún otro, y ahora están desprotegidos. por la administración «. Finalmente, pidió a Sepad que interviniera de inmediato porque cada día que pasa todo empeora ».
Pepa Bozas, por su parte, en la declaración de trabajadores afectados por incumplimiento de hasta nueve cheques, habló del estado de las cuatro residencias y explicó que la lavandería del centro de empleo, donde se lavaba toda la ropa de los usuarios. , no está trabajando. Bozas explicó que los autos llevan meses averiados y la ciudad no tiene dinero para repararlos. También ha dicho que por este motivo la ropa blanca de los cuatro centros se envía a una lavandería en Badajoz y, además del coste que supone, «ahora se ha retrasado la entrega de un lote y parece que se ha devuelto sin lavar».
Al respecto, Josefa García, familiar de un usuario, lamentó que los cuidadores les pidan que traigan la ropa de sus familiares para lavarla en casa. Una pregunta que ha planteado si «deberíamos informar a la Sanidad».
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