BARCELONA, 19 de diciembre (EUROPA PRESS) –
El primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha atribuido el retraso en la aprobación de los presupuestos catalanes a las «incertidumbres y volatilidad» de ERC.
Lo dijo en declaraciones a los medios de comunicación desde Lisboa tras un encuentro con la embajadora de España en Portugal, Marta Betanzos; el delegado del Gobierno en Portugal, Rui Serra Reis; con el líder del Grupo Socialista en el Parlamento portugués, Eurico Brilhante, y el Primer Ministro de Portugal, Antonio Costa.
“A los portavoces de ERC y al señor Aragonès les diría que dejen de hacer declaraciones un tanto absurdas e inútiles, que se pongan más serios y veremos si podemos llegar a un acuerdo. Vamos con la mayor voluntad, pero insisto en que aún queda mucho por hacer”, dijo Illa.
También ha dudado que el Gobierno pueda acabar con la legislatura: «Es muy difícil que puedan llegar al final con el apoyo y la actitud que tienen que los ha dejado en su punto más vulnerable durante los últimos 40 años cuando no cambian las cosas radicalmente». la Legislatura».
Asimismo, ha asegurado que no habrá referéndum de autodeterminación en Cataluña, afirmando que “los responsables de ERC lo saben muy bien”, aunque -según sus palabras- les falta coraje para explicárselo a los catalanes.
CORTE CONSTITUCIONAL
Este lunes, el pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha acordado admitir el recurso del PP contra las dos enmiendas que modifican el sistema de elección y llegada de los dos candidatos al TC, que serán designados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ; y desestimó las recusaciones de Unidas Podemos y PSOE contra dos magistrados y entró en el debate la moción del PP para suspender de urgencia la tramitación de estas dos enmiendas en el Senado.
“Que el TC pueda frenar la reforma es un hecho inédito y grave. Interferir en un proceso legislativo en curso que cumple con todos los requisitos que tiene que cumplir y que no crea una situación de irreversibilidad es indignante, es grave y espero que se detenga. “Finalmente hacer cumplir el sentido común”, decidió Illa.
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