Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Equipo de Delitos Telemáticos (EDITE), de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial del Comando de Cáceres, detuvieron en Madrid a tres personas, una mujer y dos hombres, por delitos de estafa, usurpación de Estado civil y perteneciente a un grupo delictivo. Hasta el momento se han esclarecido dos delitos de estafa por importe de 43 mil euros, de los que 20 mil euros bloqueados, además de diez delitos de usurpación del estado civil.
Tal y como se detalla en nota de prensa, las investigaciones se iniciaron en el año 2.019 tras una denuncia presentada ante la Guardia Civil Navalmoral por un setenta años que denunció haber sufrido varias transferencias fraudulentas desde su cuenta bancaria, destinadas a otra cuenta bancaria de la misma. .Cantidad, igual a 43.000 euros.
El Equipo de Delitos Tecnológicos inició una investigación para esclarecer el hecho, comprobando que la cuenta beneficiaria de estas transferencias había sido abierta en Vitoria a nombre de la hija del denunciante, quien, sin embargo, «no tenía conocimiento de la apertura de dicha cuenta». .
Con los datos obtenidos durante las investigaciones, los agentes rastrearon con precisión el destino de las sumas fraudulentas, «resultando en el descubrimiento de una organización delictiva, compuesta por personas de origen ecuatoguineano, con amplios conocimientos informáticos, dedicada a la obtención de grandes sumas de dinero utilizando medios informáticos con los que defraudaron a sus víctimas.
Para no despertar sospechas sobre la apertura de cuentas bancarias fraudulentas, recurrieron a drogadictos del polígono industrial Marconi, ubicado en el distrito de Villaverde de Madrid, quienes, a su vez, “colaboraron robando identidad o documentos bancarios de los buzones de correo domiciliarios. obteniendo así datos imprescindibles con los que formalizar la apertura de cuentas bancarias haciéndose pasar por sus víctimas.
Una vez abiertas las cuentas, se conectaron a otras pertenecientes a la misma persona y banco, y al solicitar las claves de acceso para su uso a través de Internet, se accedió a todas las cuentas de las víctimas, las cuales fueron vaciadas mediante transferencias bancarias, retiros de Cajeros automáticos. compras automáticas, compras en establecimientos de venta de terminales de alta gama o ropa y calzado deportivo de marcas exclusivas.
Luego de una laboriosa y compleja investigación, que duró más de un año, se encontró que un total de seis números telefónicos cuya propiedad había sido suplantada habían sido utilizados para la comisión de los delitos, así como cuatro cuentas bancarias abiertas en línea a nombre .Terceros, habiendo preparado múltiples cuentas y números de teléfono fraudulentos para cometer futuras estafas.
Comenzaron los esfuerzos para localizar a los autores de los hechos, y se descubrió que tomaron grandes medidas de seguridad, realizaron constantes cambios de domicilio y utilizaron innumerables identidades falsas, todas asociadas con sujetos de Guinea Ecuatorial.
Explotación de la operación
Bajo la jurisdicción del Juzgado de Primera Instancia y Educación Navalmoral No. 1, encargado de conocer el caso, se desarrolló la fase de explotación de la denominada Operación «Mavina», en la que, finalmente, una mujer fue detenida en Fuenlabrada y dos hombres, de nacionalidad ecuatorial, en Móstoles, instruyéndose el correspondiente proceso por la presunta participación de todos ellos en los delitos de estafa, usurpación del estado civil y pertenencia a grupo delictivo.
Al momento de las detenciones, uno de los detenidos, indocumentado, resistió la actuación de los agentes, «aunque fue plenamente identificado gracias a la colaboración de las autoridades guineanas, comprobando que esta persona tenía conocimiento de menos de veinticinco identidades falsas». así como varias órdenes de allanamiento y detención emitidas por diversos órganos judiciales.
Crímenes aclarados
Hasta el momento se han esclarecido un total de diez delitos de usurpación del estado civil y dos de estafa, denunciados a la Guardia Civil y la Policía Nacional, por un importe total estafado de 43.000 euros.
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