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Ya es oficial. Poco antes de las 11 de la mañana el ya exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, hizo lo que todo el mundo esperaba tras 24 horas de auténtica revolución en el seno de Vox y, por ende, en las filas de aquellos Gobiernos de coalición con el partido de Santiago Abascal. El representante de Vox ha anunciado formalmente su dimisión como vicepresidente del Ejecutivo regional, una decisión «difícil pero meditada». Eso sí, destapó también otras cartas en el aire, las de las Cortes, y anunció que será él el nuevo portavoz de Vox relevando en ese puesto a Carlos Menéndez.
Los tiros de García-Gallardo no van hacia Alfonso Fernández Mañueco, que comparecerá también hoy en rueda de prensa, sino contra Alberto Núñez Feijóo. «Él es el culpable, no Mañueco, porque nuestra decisión era continuar nuestra tarea de Gobierno». Él mismo le entregó en mano al presidente de la Junta su carta de renuncia al cargo, al que expresó su «respeto, afecto y cordialidad» tras dos años de Gobierno en coalición «con respeto institucional y colaboración leal».
Asegura que su salida del Gobierno autonómico ya estaba tomada en las últimas horas a pesar de haberlo hecho hoy. De este modo, prefirió esperar a la decisión «global y colegiada» de Vox.
La inmigración
García-Gallardo ha explicado en rueda de prensa este viernes que la “gota que ha colmado el vaso” ha sido el incumplimiento del acuerdo de combatir la inmigración ilegal para evitar que Castilla y León se convierta en Francia. En sus propias palabras, «esta cuestión es un auténtico suicidio demográfico y cultural», a la vez que añade que «en Castilla y León no estamos condenados a la islamización».
Los consejeros
La posible renuncia del resto de consejeros, caso de Mariano Veganzones, Gerardo Dueñas y Gonzalo Santonja, sigue en el aire, aunque García Gallardo opina al respecto: «Nuestro deseo es que dimitan también», si bien la renuncia debe incluir a los propios cargos «conforme a su propia escala da valores», ha apostillado. No obstante, ha asegurado que el acuerdo del Comité Ejecutivo Nacional de Vox solo afecta a los gobiernos autónomicos, es decir, quedan libres los parlamentos y los ayuntamientos. No obstante, ha indicado que la salida de su partido de los ejecutivos afecta a todos los “cargos políticos”.
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