Un Corus lleva tres años con mascarilla por un problema fecal en su explotación

Bienes dañados, muebles dañados, limpieza constante y uso de mascarilla. Se trata de una valoración de los daños causados ​​por un problema de alcantarillado en un bajo de la calle Forcarei Barrio de Monte Alto en A Corua.

Comenzó con el estallido de la pandemia hace tres años. Primero llené de tres a cuatro baldes de agua con el trapeador. Más tarde, cuando se reanudaron las operaciones después de la crisis de Corona, tuve que cerrar durante varios días porque no pude trabajar debido al derrame. Hasta el día de hoy, hay días que tengo que tomarme un descanso de la limpieza, explica Humberto Fernández González, dueño de la joyería Humberto.

Para el comerciante, aparte del deterioro de los muebles valorados en 17.000 euros, lo peor es el asqueroso olor. Por lo tanto, el hombre se ve obligado a usar un protector facial ya que es intolerable. Es un tema que afecta las ventas. Tenía un presupuesto para hacer dos piezas de oro con diamantes que ascendía a 60.000 euros y se echaron atrás porque el día que vinieron a encargar oficialmente la obra le entró agua y le llegó hasta los tobillos, lamenta. También dice que perdió material, como cinturones, incluso la cantidad que tuve que tirar fue de 10.000 euros. Tuve que tirar muchas correas y el mueble que estaba hecho a medida está dañado, pero no lo reponeré hasta que no se solucione.

Otros vecinos afectados

Él no es el único afectado, ya que el edificio de al lado también sufre derrames. Vivo en el primer piso y el bajo es propiedad de un familiar que vive en el exterior pero es de uso comunitario. Como se mete el agua fecal, no puedo colgar la ropa porque el olor es asqueroso, dice Manuel Dovigo. Tanto él como Humberto señalan que la incidencia no es constante. Hay meses que no pasa, pero lleva varios meses ininterrumpido, subrayan. También señalan que no tiene nada que ver con las condiciones climáticas. Los dos se pusieron en contacto con el Un ayuntamiento de Corua Tanto el medio ambiente como la empresa de agua (Emalcsa) vinieron aquí a buscar una solución, pero seguimos por el mismo camino.

Fuentes municipales explican que tras revisar tanto el saneamiento como el abastecimiento se comprobó que estaban bien y sin fugas. A los afectados se les dijo que posiblemente podría tratarse de un ataque privado. Sin embargo, dado que el Ayuntamiento no puede actuar en este caso, se les aconsejó que se pusieran en contacto con los municipios vecinos. El origen de la fuga seguramente está en la red privada de una propiedad.