El viaje en tren a Madrid tarda 15 horas menos que hace 80 años

La competitividad del tren de alta velocidad tiene dos claves: los tiempos de viaje y el precio del billete. Sólo a partir de estas dos premisas puede luchar por competir por el mismo mercado que el avión. La cuestión de las tarifas queda a discreción del operador. Hasta que entren en juego más actores, será decisión de Renfe. Es por ello que el verdadero debate del AVE desde su larga creación se ha centrado en los méritos de una red pensada para garantizar atractivas velocidades que destrozarían las epopeyas de esos interminables viajes que amenizaron las sobremesas en los hogares gallegos. Y una comparación con la época del célebre expreso que cruzó la Meseta a mediados del siglo pasado muestra que Galicia, aunque tarde, finalmente se ha subido al vagón de ferrocarril del siglo XXI en lo que a transporte de larga distancia se refiere. De las 18 horas que pasarán estos convoyes viajando desde A Corua y Vigo a Madrid, viajarán a unas tres horas en 2022, un avance colosal.

La piedra de toque de esta revolución la proporciona Atlas de la alta velocidad españolapublicado en 2017 por la Fundacin de Ferrocarriles Espaoles, que refleja la mejora en los tiempos de viaje entre las principales ciudades. El punto de partida es el año 1942. La publicación confirma que incluso entonces Galicia rindió el homenaje de su periferia: Traslado en tren desde A Corua y Vigo a Madrid requerido —antes de la construcción de la línea Ourense-Zamora— 18 horas de la ciudad olvidada y otros 20 minutos desde la estación Herculine San Cristbal, mientras que el trayecto desde la capital del estado hasta Barcelona tomó 11 horas y 50 minutos y hasta Valencia 10 horas y 15 minutos. El primer gran paso en la mejora del tráfico turístico se remonta a 1967, diez años después de la decisiva apertura de la actual línea ferroviaria entre Ourense y Zamora por el Padornelo. El trayecto de A Corua a Madrid se ha acortado algo más de 8 horas a 10 horas y 10 minutos. El ajuste fue aún más pronunciado en el caso de Vigo, que pasó a estar a 9 horas de distancia con el rápido a Madrid.

Desde ese récord de 1967 los tiempos mejoraron gradualmente. En los próximos 20 años, por ejemplo, el tren apenas consiguió acortar en una hora el trayecto desde las dos ciudades más pobladas de Galicia hasta la capital. Y la comparación con las capitales del Mediterráneo se volvió especialmente amarga para este municipio con la llegada del AVE, cuyos beneficios no llegaron hasta aquí en 2007, cuando la apertura de la línea a Valladolid permitió una modesta reducción de tiempo. Mientras que en 2016 el viaje en tren de A Corua a Madrid duró 5 horas y 33 minutos, el viaje desde Barcelona duró 2 horas y 30 minutos y desde Valencia 1 hora y 42 minutos se realizaron la mayoría de las conexiones entre A Corua y Vigo.