Fui el primer juez gallego en Galicia

En 1978 la democracia comienza a despertar y una chica de Sada Cuando tenía poco más de veinte años, se instaló en Amurrio para ocupar su primer cargo judicial. Eligió la ciudad de Álava porque los antepasados ​​de su madre habían vivido en el País Vasco y quería saber de dónde venían. Acababa de aprobar la competencia de jueces. Los de los jueces y los de los secretarios. Me enfrenté a las dos oposiciones por si fallaba una. Mara Jos Prez Pena, magistrada de la seccin tercera de la Audiencia Provincial de A Corua, habla apasionadamente de su trabajo, aunque es una profesin en la que no se hacen amistades. Dice esto porque es poco probable que las decisiones de un juez satisfagan a todas las partes. Su padre, Manuel Pérez Rivas, reconocido fiscal que ejercía en Santiago, Tenerife y en el Tribunal Supremo de Xustiza en Galicia, siempre lo recordaba. Mi padre me dijo: ‘Este no es un trabajo digno de elogio. Se supone que no debemos encontrar amigos‘. Pero el trabajo de un juez es impresionante, especialmente cuando se puede ayudar a menores, dice el juez. Eso sí, este es un trabajo profesional y tienes que trabajar duro. El juez siempre se lleva el trabajo a casa. No hay horarios, advierte.

Ahora, 43 años después, el juez Pérez Peña hace balance de una intensa vida en el poder judicial que ahora está llegando a su fin. Se jubilará el próximo enero. No puedo creerlo. El otro día Castroverde me lo recordó [el presidente del Tribunal Superior] y me pareció extraño. Es un trabajo en el que me siento muy cómodo, asegura mientras arroja agua con una botella de plástico en uno de los pisos de la oficina.

Solo pasó cuatro meses en Amurrio, lo suficiente para detonar una bomba en el juzgado por la noche. De allí llegó a Corcubin. Fui el primer juez gallego en Galicia y hace cuatro años que no lo hay. Cuando accedió a la oposición, solo cuatro jueces viajaron a España ese año. Nos llamaban los del norte: éramos gallegos, vascos, asturianos y catalanes. No tiene nada que ver con lo que está pasando hoy, porque hay más mujeres que hombres en la carrera de jueces (en Galicia hay 199 jueces y 138 jueces).