Extremadura

Una ciudad dividida en dos diócesis

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El 20 de febrero de 2022, los vecinos de Don Benito y Villanueva de la Serena decidirán el futuro de sus ciudades. Se les preguntará si creen que la fusión es positiva, decisión que les obligará a unificar las estructuras. La unión tendrá múltiples vertientes y una de ellas es religiosa, condicionada por la división eclesiástica que afecta a estas dos ciudades: mientras Don Benito pertenece a la diócesis de Plasencia, Villanueva de la Serena forma parte de la archidiócesis de Mérida-Badajoz.

Cualquiera que vaya a misa todos los domingos sabe lo que eso significa. En los templos de Dombenite, es solicitado por quien fue hasta hace poco su obispo, José Luis Retana; en las de Villanueva rezamos por Monseñor Celso Morga.

Pero Don Benito no es la única población de Badajoz adscrita a la diócesis de Plasencia. En la misma situación se encuentran Guareña, Hernán Cortés, Manchita, Medellín, Mengabril, Ruecas, Santa Amalia, Torrefresneda, Valdehornillos, Valdetorres y Yelves. En total son 16 parroquias que atienden a 48.038 habitantes.

Si la fusión se llevara a cabo, surgiría una sola ciudad y se podría considerar la posibilidad de que este nuevo núcleo urbano se asigne a una sola diócesis.

El Arzobispado de Mérida-Badajoz indica que el asunto no ha sido estudiado por el momento. Tampoco en el Obispado de Plasencia, desde donde se recuerda que los límites territoriales civiles no deben coincidir con los religiosos. Prueba de ello es la situación de Guadalupe, que a pesar de estar en la provincia de Cáceres y albergar a la patrona de Extremadura, pertenece a la archidiócesis de Toledo.

No es la única anomalía territorial que existe. La Provincia Eclesiástica de Extremadura, formada por el Arzobispado de Mérida-Badajoz y los Obispos de Coria-Cáceres y Plasencia, deja fuera la franja oriental de la comarca, gobernada por Toledo.

Respeto a los alcaldes

José Luis Quintana, alcalde de Don Benito, indicó a HOY que, al tratarse de un tema fuera del ámbito político, la decisión está en manos de la Iglesia. En cualquier caso, apoyaremos la decisión que tomen ”. En su opinión, la cuestión debe abordarse dentro de la Conferencia Episcopal, que decidirá.

El primer alcalde de Dombenite, que reconoce tener una buena relación con José Luis Retana, obispo de Plasencia entre 2017 y 2021, explica que él y Miguel Ángel Gallardo transmitieron a los obispos la propuesta de unir ambas ciudades antes de que fuera anunciada públicamente.

En la misma línea, el alcalde de Villanueva de la Serena, Miguel Ángel Gallardo, que pide el máximo respeto a la decisión que puedan tomar. «Como sociedad civil no debemos interferir, estoy seguro de que lo que hagan será lo mejor y lo más positivo».

Mapa de las provincias eclesiásticas.

El tema también se discute en las parroquias. Fermín Solano, párroco de la parroquia de Santiago de Don Benito, cree que este asunto «aún no ha pasado por la mente de quienes tendrán que tomar esa decisión en el futuro», pero está convencido «de que no será un problema». . »

Solano entiende que hasta que la fusión entre en vigor, ambas ciudades seguirán conectadas con sus respectivas diócesis. «Esto también podría conducir a una reorganización que incluya cambios en otros más comunes», dice.

Dos modelos

Si finalmente se decidiera incorporar las dos ciudades en una misma diócesis, los sacerdotes adscritos a parroquias que cambien de obispado tendrían que incardinarse en el nuevo territorio eclesiástico, proceso que sería voluntario.

Pero este no es el único problema a analizar. También habría que estudiar cuál sería el modelo de la nueva ciudad. El de Villanueva de la Serena es Santiago (25 de julio) y el de Don Benito, Nuestra Señora de las Cruces (12 de octubre). “Si solo hay un modelo, dos o si se elige uno nuevo dependerá de las nuevas generaciones que construirán la nueva ciudad. Creo que dependerá de nosotros fomentar esta fusión que permita a estas nuevas generaciones elegir cuáles serán sus símbolos en el futuro, pero entendemos que las tradiciones se pueden mantener sin tener que prescindir de ellas ”, reflexiona Miguel Ángel Gallardo.

Esa buena voluntad y esa comprensión serán la clave para solventar los desajustes que pudieran surgir si los vecinos de Villanueva de la Serena y Don Benito apostaran por construir juntos su futuro. Pero en ningún caso sería nueva la existencia de una población dividida entre dos diócesis. En el Obispado de Plasencia ya se ha vivido una situación similar en el pasado.

La última vez que se cambiaron los límites de ese obispado fue en 1959, cuando se cruzó la anomalía de Baños de Montemayor y Aldeanueva del Camino, dos ciudades que pertenecían simultáneamente a dos diócesis distintas (la de Plasencia y la de Coria-Cáceres). por la Vía de la Plata, límite físico que históricamente separaba ambos territorios eclesiásticos. A partir de ese año las dos parroquias de Baños de Montemayor fueron adscritas a Plasencia, y las dos de Aldeanueva del Camino a Coria-Cáceres.


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