El 27% de las empresas tienen dificultades para encontrar trabajo. Las tres ramas de actividad que más pesan en este porcentaje -extraído de un estudio del Banco de España a nivel nacional- son la agricultura, la construcción y la hostelería. Todos ellos tienen una fuerte presencia en Extremadura.
Solo la construcción y la agricultura suman 72.400 empleados según la Encuesta de Población Activa (EPA) de diciembre. Es decir, más del 18% del total de trabajadores durante el último trimestre del año pasado.
La importancia de estas actividades hace que también sea baja la cifra de 10.000 trabajadores desaparecidos en la región a los que aportó esta semana Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura. “Casi ese número solo hace falta en la construcción”, aseguran desde la Fundación Laboral de la Construcción.
Este no será el único sector que necesitará mano de obra. Los servicios sociales y de salud, las actividades relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación y el comercio, especialmente en el extranjero, también requerirán trabajadores y no será fácil encontrarlos.
Por eso, los responsables de las políticas laborales en Extremadura miran al exterior. Fernández Vara se refirió a inmigración y Javier Luna, secretario general de Empleo, a la posibilidad de atraer trabajadores de otras regiones para cubrir los huecos, que se prevé que aumenten, en Extremadura. “La gente se mueve entre comunidades autónomas y la clave es ofrecer mejores condiciones”, según Luna, quien añade que la reforma laboral aprobada recientemente ayudará a generar una mayor estabilidad en el empleo y podría favorecer el mercado laboral extremeño.
En este sentido, son muchos los trabajadores de la construcción que residen en Extremadura pero cuyo trabajo está fuera de la región. “Cada lunes van a trabajar 5.000 personas, principalmente de Madrid y la Comunidad Valenciana”, señala Pedro Pérez, secretario de la Fundación Obra de la Construcción. Mantener este personal en la región es una de las opciones para reducir la escasez de mano de obra que existe actualmente y que se agudizará en el mediano y largo plazo. Sin embargo, no es algo que se considere factible. “Los montadores de placas de yeso cobran el doble en Madrid que en Extremadura”, aseguran fuentes del sector.
Más urgente es la incorporación de 2.000 trabajadores para que el sector funcione con normalidad, según Pérez. Los perfiles que más cuesta encontrar a las empresas son los cualificados: técnicos de primer nivel en el sector eléctrico o de fontanería o personal especializado en eficiencia energética, por ejemplo.
También hay escasez de administradores de sitios. «El mercado exige albañiles con mucha experiencia, que sepan interpretar los proyectos, pero no los hay», indican desde la Fondazione Lavoro Edile. El problema al que se enfrentan es que la formación ha estado muy estancada en la última década y que los topógrafos y planificadores no se han vuelto a formar para que ahora puedan ser jefes de obra.
En las instituciones se encuentra que el edificio no es atractivo para los jóvenes. Los módulos de Formación Profesional relacionados con este sector se encuentran entre los menos solicitados por los estudiantes. «No van bien y los que se van encuentran trabajo», subraya la Fondazione Lavoro.
Formación
Para intentar cambiar esta tendencia, se ha desarrollado un plan de formación específico. “Está poco antes de empezar, tendrá una duración de dos años, durante los cuales se propondrán 40 acciones formativas y se espera que llegue a más de 10.000 personas”, especifica el secretario general de Empleo, que insiste en que se prestará especial atención se abonará a aspectos como el manejo de grúas o la gestión de planta.
El sector aplaudió el plan y destacó que las jornadas se llevarán a todas las regiones para facilitar la asistencia a los trabajadores.
De igual manera, se buscan soluciones para atender las necesidades urgentes de los trabajadores de la construcción. En este sentido, la propuesta de la nueva Formación Profesional es que los alumnos no tengan que pasar dos años para graduarse. “La idea es que con una formación de 300 o 400 horas puedan calificar y obtener su certificado”, explica Luna.
En cambio, el Ministerio de Trabajo ha realizado un estudio para analizar la disponibilidad real de los desempleados en el sector de la construcción. Es decir, las posibilidades de que se unan a una empresa si reciben una oferta. Los resultados indican que poco más de la mitad de los desempleados tienen alta disponibilidad. “El 17% tiene disponibilidad media, por dificultades de reubicación o condiciones familiares, y el 26% tiene disponibilidad baja, lo que hace que les resulte muy difícil insertarse en el mercado laboral”, detalla Luna.
Más sectores
Más allá de la construcción, los empresarios rurales, como los hoteleros, llevan varios meses advirtiendo de las dificultades que encuentran para encontrar mano de obra. El 40% de las explotaciones relacionadas con la agricultura y más del 35% con la hostelería, según las estadísticas del Banco de España a nivel nacional, tienen dificultades para completar sus modelos.
Una de las explicaciones que da el sector primario es que Extremadura es una de las pocas regiones donde los trabajadores son autóctonos, en palabras de Miguel Ángel Gómez, gerente de Afruex, que saluda las palabras de Fernández Vara de fomentar la inmigración para cubrir las vacantes que tienen las empresas .
Esas palabras del presidente autonómico han sido fuertemente criticadas por las plataformas de apoyo a personas migrantes y refugiadas en Extremadura, que han pedido su rectificación al considerar que la preferencia expresada por el Gobierno regional por la inmigración latinoamericana supone una discriminación hacia las personas migrantes de otros territorios. .
Por su parte, en la hostelería atribuyen las complicaciones en la contratación de personal a los horarios que hay en bares, restaurantes y comedores ya tener que trabajar los fines de semana y festivos. Además, los jóvenes formados en las distintas ramas de este sector intentan encontrar trabajo fuera de Extremadura.
La visión de los sindicatos, CC OO y UGT, es muy diferente. Defienden que no falta mano de obra, pero que las condiciones de trabajo en estos sectores son muy mejorables y faltan derechos y salarios dignos.
Para mejorar estas condiciones, la falta de mano de obra puede ayudar. Si sigue habiendo escasez de trabajadores, los salarios subirán.
Nuevos nichos de trabajo
El secretario general de Empleo de la Junta de Extremadura, citando el último informe de BBVA, estima en 14.000 los puestos de trabajo anuales que se crearán en la región.
Apoyar este pronóstico en proyectos que vendrán a la región. “En 2020 se vendieron 28.600 metros cuadrados de suelo industrial y en 2021 fueron 287.900”, informa Luna, quien cree que es un indicador muy importante del futuro de la región y destaca que las actividades relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) requerirá alrededor de 4.000 trabajadores y el comercio, alrededor de 5.000.
En este último apartado, el peso del comercio exterior será muy importante. Por lo tanto, la predicción es que habrá demanda de trabajadores de logística y transporte.
Se espera un mayor crecimiento del empleo en los servicios sociales y de salud. “Sabemos que tendrán un atractivo importante y pueden necesitar alrededor de 6.000 profesionales”, especifica Luna. El envejecimiento de la población es una de las principales causas de esta evolución.
Al mismo tiempo que se identifican nuevos nichos de trabajo, hay otros trabajos que requerirán cada vez menos mano de obra. Esto significa que el número de trabajadores que necesitará Extremadura será, para el secretario general de Empleo, muy cercano a los 10.000 declarados por Fernández Vara. «La construcción está conduciendo a más tecnología», ejemplificó Luna.
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