La escalada fue la gran incógnita para Antía Freitas (Plasencia, 2000) cuando a los siete años las escuelas deportivas de su ciudad propusieron este deporte como parte de sus actividades escolares.
Antía se apuntó por casualidad. «Me llamó la atención que era un deporte diferente», dice. El deporte que empezó a practicar para probar se convirtió en un vicio cinco años después y este verano la llevó a proclamarse campeona de la primera prueba de la Copa de España de Dificultad de este deporte que tuvo lugar en Madrid el pasado mes de junio.
La Cereza Wall de Plasencia es el rocódromo que vio las primeras subidas del escalador del equipo extremeño. Allí se formó hasta hace cuatro años, cuando se trasladó a Madrid para iniciar sus estudios universitarios.
Desde entonces, ha compaginado la licenciatura en Biología en la que está matriculada en la Universidad Autónoma de Madrid con la formación en el Rocódromo Sputnik. «Entrenar en Madrid me da más posibilidades de competir a nivel nacional; para crecer hay que moverse », dice la placentina.
No fueron solo los arneses los que engancharon a Antía a la roca. Compañía y confianza han sido los dos elementos de este deporte que más aprecia el escalador. «Tienes que poner toda tu confianza en el socio subyacente que lleva los hilos», dice. Además, señala que la escalada es una actividad muy sociable.
Esto fue lo que realmente la convirtió en un hábito cuando a los diez años empezaron a salir a acampar los fines de semana para practicar en la roca.
Antía practica dos de las tres modalidades que se dan en este deporte. Bloque que consiste en escalar sin cuerda superando obstáculos. Los caminos a seguir en esta modalidad son pequeños y de no más de tres metros de altura, por lo que si te caes es sobre una colchoneta. El modo preferido de Freitas es la velocidad. “Me gusta la sensación de escalar, sentir el cansancio y luchar contra él. También me gusta intentar dar un paso más para llegar más alto «, dice.
ALGUNOS DATOS
Biográfico. Tiene 21 años y ha estado escalando desde los siete. Una pasión que le llegó por casualidad. Todos en su familia practican deportes, pero nadie escala. Su hermano, tres años menor que ella, juega balonmano.
Educación. Cursó la escuela primaria y secundaria en el Colegio las Josefinas de Plasencia. En septiembre comenzará su cuarto grado en Biología, carrera que estudia en la Universidad Autónoma de Madrid, donde compagina la formación académica con la formación.
Capacitación. Fue campeona absoluta de España en 2017 y ganó la primera Copa de España de Dificultad 2021.
metas
Hacer ejercicio durante dos horas cinco o seis días a la semana es algo que algunos jóvenes no se resistirán. Para muchos sería el momento que les roba las compras con los amigos, las compras o las redes sociales. Este no es el caso de Antía, las necesidades de entrenamiento varían según las competencias. El rocódromo o el gimnasio para trabajar en tu condición aeróbica son los lugares donde más tiempo pasas.
«Cuando haces lo que te gusta, nada es un sacrificio», son las palabras de Antía, que se organiza muy bien en el tiempo para aprovechar todo.
Lo más difícil para ella es cuando comienza la temporada de exámenes. A veces hay que tomarse un tiempo fuera de los entrenamientos para poder dedicar más tiempo a una asignatura, o viceversa si se acerca una competición. Algo que no ha hecho nada malo hasta el momento ya que ha hecho bastante bien todos los cursos y este año tiene previsto terminar sus estudios.
Freitas aclara que sus dos pasiones son la biología y la escalada, de donde probablemente deriva su gusto por el rock y el campo.
Su lugar favorito para escalar en Plasencia es ‘Valcorchero’, una zona aislada donde disfruta mucho del tiempo que tiene para visitar y pasar el día.
Pero este lugar es para liberar tensiones y distraer, para prepararse para competir, lo ideal es el rocódromo. El problema que tiene, como el resto de deportistas de esta disciplina, es que son amantes de un deporte minoritario, por lo que necesitan unas instalaciones de mayor nivel que les permitan cubrir las necesidades de otros países, explica Antía, quien destaca que en Extremadura las instalaciones son mínimas y eso hace que tengan que ir a otras regiones para poder crecer deportivamente.
Ya lo ha hecho Alberto Ginés, que acaba de alzarse con el primer oro de la historia de este deporte en unos Juegos Olímpicos. Algo que Antía celebra con alegría. “Para él fue un sueño hecho realidad, una recompensa por tanto esfuerzo. Que este oro sea español será de gran utilidad para el mundo de la escalada ”, asegura.
Los pasos de Antía no están lejos de esta competencia, revela que ella también sueña con ser campeona olímpica pero que hay que ir paso a paso.
Actualmente está trabajando duro para afrontar las próximas carreras, que tendrán lugar en septiembre y octubre. Cuenta con el apoyo de sus padres que están muy orgullosos de ella. Su perseverancia y su trabajo han dado sus frutos este año, seguramente el próximo hito será París 2024.
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