Elon Musk y Sam Altman dirigen empresas de inteligencia artificial (IA) que son competencia directa y ahora se lanzan pullas en público. Pero no siempre fue así.
Hace unos años, ambos cofundaron OpenAI, la compañía que ahora dirige Altman. Musk abandonó el consejo de administración de la desarrolladora de ChatGPT en el año 2018 y, más recientemente, anunció que iba a fundar su propia startup de IA, xAI.
Por el camino, ha habido suficiente mala baba como para que Musk denuncie a OpenAI y a Altman, acusándoles de haber traicionado los principios fundacionales de la organización. El multimillonario retiró esa misma demanda y, meses después, volvió a presentar una nueva, alegando que fue «engañado» para cofundar la empresa de inteligencia artificial. Musk acaba de modificar su denuncia para incluir a Microsoft como parte imputada y sus abogados acusan ahora a las dos compañías de incurrir en conductas anticompetitivas.
A continuación, encontrarás un resumen de la complicada relación que ambos empresarios han mantenido a lo largo de los años:
Musk y Altman cofundaron OpenAI, la desarrolladora de ChatGPT, en 2015, junto a otras figuras de Silicon Valley, como Peter Thiel, el cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, y la cofundadora de Y Combinator, Jessica Livingston.
El grupo pretendía crear una organización sin ánimo de lucro centrada en el desarrollo de la inteligencia artificial «de la forma que más pueda beneficiar a la humanidad en su conjunto», según una declaración publicada en la web de OpenAI del 11 de diciembre de 2015.
En aquel momento, Musk dijo que la IA era la «mayor amenaza existencial» para la humanidad.
«Es difícil imaginar cuánto podría beneficiar a la sociedad la IA a nivel humano y es igualmente difícil imaginar cuánto podría dañarla si se construye o utiliza incorrectamente», indicaba en un comunicado en el que se anunciaba la fundación de OpenAI.
Musk abandonó el consejo de administración de OpenAI en 2018.
«A medida que Tesla continúe centrándose más en la inteligencia artificial, se eliminará el posible conflicto futuro para Elon», dijo OpenAI en un artículo publicado en su blog entonces, añadiendo que Musk continuaría ofreciendo orientación y donaciones.
Con su salida, el multimillonario también se retiró de un compromiso de proporcionar financiación adicional a la startup de IA, según declaró una persona familiarizada con este asunto a The New Yorker.
«Fue muy duro», expresó Altman a la revista neoyorquina con relación a esta situación. «Tuve que reorientar gran parte de mi vida y de mi tiempo para asegurarme de que contábamos con financiación suficiente».
En 2023, se publicó que Sam Altman y otros cofundadores de OpenAI habían rechazado la propuesta de Musk de dirigir la empresa en 2018.
Semafor publicó que Musk quería dirigir la empresa por su cuenta en un intento de superar a Google. Pero, cuando su propuesta fue rechazada, retiró su financiación y abandonó el consejo de OpenAI.
En 2019, Musk compartió algunas razones sobre su decisión de irse, diciendo que uno de los motivos era que «no estaba de acuerdo» con hacia dónde se dirigía OpenAI.
«He tenido que centrarme en resolver muchos problemas de ingeniería y fabricación en Tesla y SpaceX. Además, Tesla y OpenAI competían por la contratación de algunas personas y yo no estaba de acuerdo con algunas de las cosas que querían hacerse en la empresa. Con todo, era mejor separarse en buenos términos», tuiteó.
Musk ha arremetido contra OpenAI en varias ocasiones desde su marcha.
Dos años después de su marcha, Musk afirmó que «OpenAI debería ser más abierta», en respuesta a un artículo de MIT Technology Review en el que se afirmaba que allí existía una cultura del secretismo, a pesar de que OpenAI proclamaba con frecuencia su compromiso con la transparencia.
Elon Musk también añadió que «no tenía mucha confianza en Dario para el tema de la seguridad», refiriéndose a Dario Amodei, que dirigía la estrategia de OpenAI en ese momento.
En diciembre de 2022, días después de que OpenAI lanzara ChatGPT, Musk dijo que la compañía tenía acceso previo a la base de datos de Twitter (ahora X, propiedad de Musk) para entrenar el chatbot de IA y que lo limitaría.
«Necesitamos saber más sobre la estructura de gobierno y los planes de monetización para el futuro. OpenAI nació como una empresa de código abierto y sin ánimo de lucro. Ninguna de las 2 afirmaciones sigue siendo cierta», afirmó.
Al parecer, Musk estaba furioso por el éxito de ChatGPT, según informó Semafor en 2023.
En noviembre de 2022, el chatbot despegó y cosechó millones de usuarios por su capacidad para hacer de todo, desde escribir redacciones hasta elaborar código básico.
En febrero de 2023, Musk redobló la apuesta, diciendo que OpenAI, tal como existe hoy en día, «no es para nada lo que pretendía».
«OpenAI se creó como una empresa de código abierto (por eso la llamé «Open») y sin ánimo de lucro para servir de contrapeso a Google, pero ahora se ha convertido en una empresa de código cerrado y máximo beneficio controlada en la práctica por Microsoft. No es en absoluto lo que yo pretendía», afirmó en un tuit.
Musk repitió esta afirmación un mes después.
«Sigo sin entender cómo una organización sin ánimo de lucro a la que doné 100 millones de dólares (95,3 millones de euros) se ha convertido en una empresa con ánimo de lucro de 30.000 millones de capitalización bursátil», argumentó el multimillonario. «Si esto es legal, ¿por qué no lo hace todo el mundo?«.
Musk demandó por primera vez a Altman y OpenAI en marzo de 2024.
Musk demandó por primera vez a OpenAI, a Altman y a su cofundador, Greg Brockman, en marzo de este año, alegando que la dirección de la empresa en los últimos años ha violado sus principios fundacionales.
Sus abogados defendieron que la desarrolladora de ChatGPT se había «transformado en una filial de facto de código cerrado de la mayor empresa tecnológica del mundo», llegando a decir que OpenAI está «perfeccionando una inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés) para maximizar los beneficios de Microsoft, en lugar de hacerlo en beneficio de la humanidad».
En respuesta, la startup de IA calificó la demanda de «incoherente» y «contradictoria», dando a entender que Musk estaba celoso del éxito que había conseguido tener la empresa sin él.
Unos meses más tarde, el dueño de Tesla retiró la denuncia, un día antes de que un juez se dispusiese a considerar el futuro del caso en una audiencia.
Altman ha respondido a algunas de las críticas de Musk sobre OpenAI.
«Para decir algo positivo sobre Elon, creo que realmente le preocupa el futuro de la AGI«, dijo Altman en un episodio reciente del pódcast On With Kara Swisher, refiriéndose a la inteligencia artificial general.
«Es un imbécil, o lo que se quiera decir de él, tiene un estilo que no es el que yo querría para mí. Pero creo que realmente se preocupa, y le estresa el futuro de la humanidad», dijo Altman a Swisher.
En respuesta a la afirmación de Musk de que OpenAI se ha convertido en «una empresa de código cerrado y máximo beneficio controlada efectivamente por Microsoft», Altman dijo en el pódcast: «Eso no es cierto, y creo que Elon lo sabe«.
Altman también se refirió a Musk como uno de sus héroes, a pesar de que este está «obviamente atacando» a OpenAI en Twitter.
Durante un reciente episodio del pódcast de Lex Fridman, Altman dijo lo siguiente: «Obviamente, Elon nos está atacando ahora mismo en Twitter por varios frentes».
No obstante, describió a Musk como uno de sus héroes, añadiendo: «Creo que está, comprensiblemente, muy estresado por la seguridad de la AGI».
Con motivo de una charla que tuvo lugar en mayo de 2023 en el University College de Londres, a Altman se le preguntó qué había aprendido de sus diversos mentores, tal como recogió Fortune. Y el CEO de OpenAI respondió hablando sobre Musk.
«Ciertamente, aprender de Elon sobre lo que es posible hacer y que no es necesario aceptar, que la I+D y la tecnología duras no son algo que se pueda ignorar, ha sido muy valioso», expresó.
Musk fue una de las más de 1.000 personas que firmaron una carta abierta pidiendo una pausa de 6 meses en el entrenamiento de sistemas avanzados de IA.
La carta, que también recibió la firma de varios expertos en IA, mencionaba los riesgos potenciales de la IA para la humanidad.
«Solo deberían desarrollarse sistemas de IA potentes cuando estemos seguros de que sus efectos serán positivos y sus riesgos, controlables«, apuntaba la misiva.
Sin embargo, y tal como informó The New Yorker en 2023, mientras presionaba públicamente para que se estableciese una moratoria, el empresario estaba montando en silencio su propia compañía de inteligencia artificial, xAI.
Desde entonces, Musk dejó de seguir brevemente a Altman en Twitter antes de volver a seguirle; por su parte, Altman se burló más tarde de Musk por haber dicho de sí mismo que era un «absolutista de la libertad de expresión».
En 2023 (antes de dar marcha atrás a esta misma decisión), Twitter tomó medidas contra las publicaciones que enlazaban a Substack, prohibiendo a los usuarios retuitear o responder a tuits que contuviesen tales enlaces. En respuesta a un tuit sobre esta situación, Altman tuiteó, «Absolutismo de la libertad de expresión en ESTEROIDES».
Musk se ha autodenominado previamente como un «absolutista de la libertad de expresión» y ha dicho que esa es una de las razones que le llevaron a comprar Twitter.
Altman bromeó acerca de la rumoreada pelea entre Musk y Mark Zuckerberg.
«Yo iría a ver si Zuck y él realmente pelean en una jaula», comentó durante la Cumbre de Tecnología de Bloomberg, en junio de 2023, aunque dijo que, en su caso, no consideraba que fuese a desafiar a Musk en una pelea física.
Altman también repitió varios de sus comentarios anteriores en relación con la postura de Musk sobre la inteligencia artificial.
«Realmente se preocupa mucho por la seguridad de la IA«, apuntó el CEO de OpenAI. «Tenemos diferencias de opinión en algunas cosas, pero a ambos nos importa y él quiere asegurarse de que nosotros, el mundo, tengamos la máxima oportunidad de obtener un buen resultado».
Por otra parte, Altman declaró a The New Yorker en agosto de 2023 que, en cuestiones más generales, el CEO de Tesla tiene un planteamiento de «yo hago lo que quiero».
Y añadió: «Elon quiere desesperadamente que el mundo se salve. Pero solo si puede ser él quien lo salve».
Musk volvió a denunciar a OpenAI en agosto de 2024, esta vez alegando que fue «engañado» para cofundar la empresa.
Musk presentó una nueva demanda en agosto contra Altman y el cofundador de OpenAI, Greg Brockman, quien dejó la empresa durante tres meses y regresó recientemente.
La nueva denuncia sostiene que los ejecutivos de la desarrolladora de ChatGPT jugaron con las preocupaciones de Musk con relación a los riesgos existenciales de la IA y le «manipularon asiduamente» para que cofundase la organización sin ánimo de lucro.
La intención de la compañía era centrarse en desarrollar inteligencia artificial de forma segura con un enfoque abierto para beneficiar a la humanidad pero, desde entonces, OpenAI ha decidido adoptar un enfoque con ánimo de lucro.
La startup respondió a la demanda de Musk afirmando que «los correos electrónicos anteriores de Elon siguen hablando por sí mismos».
Dichos mensajes, que fueron publicados por la propia desarrolladora de ChatGPT en marzo de este año, muestran una correspondencia entre el CEO de Tesla y distintos ejecutivos de OpenAI que indicaban que Musk apoyaba un cambio de rumbo hacia un modelo con ánimo de lucro y estaba abierto a fusionar la firma de IA con Tesla.
Musk ha ampliado su disputa con OpenAI para incluir a Microsoft, acusando a ambas organizaciones de instaurar un monopolio.
Hace unos días, el empresario modificó su demanda contra OpenAI para incluir a Microsoft como parte demandada. También nombró como imputado a Reid Hoffman, consejero de Microsoft y exmiembro del máximo órgano de administración de OpenAI (además de principal cofundador de LinkedIn).
Musk calificó la asociación de OpenAI con Microsoft de «fusión de facto» y acusó a ambas partes de prácticas contrarias a la competencia, como el ofrecimiento de «lujosas compensaciones» a los empleados especializados en IA. Los abogados del multimillonario han indicado que las dos empresas «poseen una cuota de casi el 70% del mercado de la inteligencia artificial generativa».
«OpenAI ha intentado privar a sus competidores de talento en IA reclutando agresivamente trabajadores con la oferta de lujosas compensaciones y ya va camino de gastar 1.500 millones de dólares (1.430 millones de euros) en personal para un total de 1.500 empleados», han argumentado los abogados de Musk en su denuncia.
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Etiquetas: BI PRIME, Trending, Inteligencia artificial, Silicon Valley, ChatGPT, OpenAI, Elon Musk
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