Elías Bendodo: «Llevo la voz del PP de Málaga para ayudar a Feijoo a ser presidente»

Andalucía no es lo único que se juega en las próximas elecciones autonómicas. Y si alguien en el PP lo tiene más presente que nadie es Elías Bendodo. El presidente del PP de Málaga coordina la campaña electoral andaluza y, como número tres, releva en la coordinación general del partido a Alberto Núñez Feijoo. Y todo está conectado. Ante la Ejecutiva Provincial del PP en Málaga, la primera que se celebra con nuevo líder nacional y fecha electoral sobre la mesa, Bendodo ha explicado que su misión en Madrid ahora es la misma que la de Juanma Moreno Bonilla: “Tengo la voz del PP desde Málaga para ayudar y dar nuestra contribución para que Feijoo sea el Presidente de todos los españoles».

El todavía asesor del Comité Ejecutivo elogió inicialmente la estabilidad que había aportado Feijoo al partido («Nos hizo dejar de hablar de nosotros mismos y hablar de los problemas de la gente»), para luego salir al campo yendo a regionales, cita que pedía para afrontar las municipales del próximo año como paso previo. Específicamente instó a los alcaldes a «involucrarse plenamente» en la campaña para llevar su mensaje de «barrio a barrio» a través de los 103 municipios de la provincia.

“Los autonómicos los abordaremos con la proximidad de las elecciones municipales”, resumió. Porque éste, dijo, fue el «más comunalista de la historia»: «Hay un Gobierno andaluz que por fin escucha a los alcaldes y da soluciones a los problemas». Ante este reto, Bendodo propuso a la Junta Directiva a José Ramón Carmona como coordinador general de la campaña en Málaga, con Elisa Pérez de Siles como directora en la capital y Natacha Rivas en la provincia.

Salvador Salas

El líder del Partido Popular de Málaga justificó la iniciativa electoral en la necesidad de un presupuesto para hacer frente a la crisis económica y energética provocada por la guerra de Ucrania. Hasta ahora, ha dicho, el Gobierno andaluz ha combatido esta situación «con la mano atada a la espalda» después de que PSOE, Vox y Podemos no lograran respaldar sus cuentas.

«Vienen tiempos económicos complicados (…) Las administraciones públicas tienen el deber de combatir esta crisis con todos sus medios. La mejor herramienta que tienes es tu presupuesto, lo que no está en el presupuesto no existe”, argumentó. Su objetivo es formar un nuevo gobierno antes de que acabe el verano y tener unas cuentas efectivas a finales de 2022. «La única motivación que tenía el presidente era el interés de los andaluces», ha subrayado.

Y luego volvió a Madrid. Lamentó que «el Gobierno más débil de la historia de la democracia» esté sentado en Moncloa en «el momento más difícil para España» por los efectos del conflicto. “Todas las barreras han sido superadas por el socialismo. Se dejó secuestrar por los herederos de ETA”, explicó en referencia a la reciente aprobación del decreto anticrisis con el apoyo de Bildu. Y pidió a Espadas que explicara esta alianza «mirando a la cara a las víctimas andaluzas de ETA».

«Espadas calla mientras Sánchez deja España en brazos de los herederos de ETA, mientras Sánchez abre secretos oficiales de Estado a Bildu y a la CUP, mientras Sánchez se convierte a la oposición a España», dijo, antes de reclamar su propio «trabajo» para un PP , que en un mes consiguió “entusiasmar a los españoles”. “Esto no es una oposición, esto es una alternativa al Gobierno de Sánchez”, concluyó.