El sector agroalimentario extremeño pide a los políticos menos burocracia

Un consumidor diferente que pide una alimentación más sana, adaptándose al comercio online y trabajando de forma sostenible. Tres grandes retos que industria agroalimentaria.

No son nuevos, ya estaban en el horizonte para fabricantes e industriales antes de la pandemia, pero el coronavirus ha servido para acelerar estas tendencias. Los cinco participantes en la mesa redonda se refirieron a ellos, quienes organizaron la Instituto Internacional San Telmo y Diario HOY, bajo el patrocinio de Ibercaja– y titulado «Los retos y el futuro de la cadena agroalimentaria tras el covid».

«Hemos visto la necesidad de una dieta más saludable y un producto más ecológico en el mercado», dijo. Francisco espárragos, uno de los invitados a la nominación y responsable de Señorío de Montanera, quien tomó su propia empresa como ejemplo. «Tenemos referencias que funcionaron mejor cuando las liberamos de alérgenos y aditivos», dijo este empresario de la industria porcina ibérica.

No es un proceso simple y necesita invertir en el desarrollo de productos, pero la experiencia de Asparagus demuestra que es rentable para sus salchichas.

En la misma linea, Atanasio Naranjo, propietario de Mucha naturaleza, reconoció que las preferencias alimentarias de los jóvenes están cambiando. «Hay una tendencia hacia las proteínas vegetales», dijo el dueño de una empresa donde las frutas y hortalizas son muy importantes.

Cuando se trata de una alimentación saludable, el moderador de la mesa, José Antonio Bocherini, Profesor de Instituto Internacional San Telmo, quiso conocer la opinión de los participantes sobre Nutriscore. Los sectores ibérico y lácteo se encuentran entre los más importantes

perjudicado por este sistema de calificación nutricional de los alimentos, ya que obtienen las peores calificaciones. Si bien Asparagus se mostró optimista de que los consumidores no prestaban mucha atención a esa etiqueta, Juan jose lopez, gerente Iberqués Extremadura, una quesería inscrita en la DOP Torta del Casar, ha sido cautelosa sobre el impacto que puede tener en la percepción que los ciudadanos tienen de sus productos.

Por el contrario, los invitados a la sesión coincidieron en que la mayoría de los consumidores no tienen en cuenta la sostenibilidad a la hora de comprar un alimento. «No lo piden, pero es necesario», dijo. Celia Santos, gerente general de Cooperativa Tomate Guadiana, a un sentimiento general. «Tenemos la responsabilidad de ser sostenibles y educar al consumidor, que es distante y egoísta», dijo Naranjo.

Comercio electrónico

Hubo opiniones más diferentes en relación con el comercio electrónico. Coincidieron en destacar que este es un canal cada vez más utilizado por los clientes y que es necesario estar presente en la web. Sin embargo, plantearon dudas en relación a la rentabilidad que representa para las empresas manufactureras. «No queremos competir desde la bodega hasta nuestros distribuidores», manifestó su visión sobre este tema. Juan Tirado, propietario de Bodegas Habla.

Una idea similar la aportó el director de la quesería Iberqués. «No veo que la venta» online «sea la base de nuestro negocio; podría ser para tiendas, por lo que no sé si tiene sentido que una empresa de nuestras características aborde la inversión en ventas a través del comercio electrónico ”, dijo. Algo donde el gerente general de Tomates Guadiana.

El gerente del Señorío de Montanera ofreció una mirada diferente. “La ventaja de vender online es que el cliente es suyo y no del distribuidor”, dijo Espárrago, cuya empresa pasó de vender 1% vía web en 2019 a 4% en 2020.

Así como la apuesta por el comercio online tiene mucho que ver con los sectores empresariales, las empresas se han visto afectadas de diferentes formas por la pandemia. La elaboración de productos ibéricos o vinos no es la misma que la de conservas de frutas o tomates. Los primeros tienen sus principales clientes en el sector de la hostelería y la restauración, por lo que han experimentado un importante descenso en su facturación. «Lo compensamos con un fuerte crecimiento en las ventas de supermercados», reconoció Tirado.

Por su parte, las frutas y las conservas tuvieron un buen año económico, aunque les costó llevar a cabo las campañas de recolección en medio de la pandemia. “El sector agroalimentario reaccionó ante la situación de manera responsable, siguió abasteciendo a la empresa y no se fijó principalmente en sus beneficios económicos”, resumió el moderador de las acciones de la gran mayoría de empresarios vinculados a la cadena agroalimentaria.

En este contexto, las empresas han perdido más apoyo de Administración Pública. Es una solicitud recurrente, pero insistieron en la necesidad de reducir la burocracia y los tiempos de procesamiento. «Que sean más comprensivos con el sector», reflexionó Bocherini en sus conclusiones.

«No veo que la venta online sea nuestra base comercial; tal vez sí de la distribución »
JUAN J. MONTES | IBERMARQUÉS EXTREMADURA

«El aumento de las ventas en los supermercados compensa la pérdida de hospitalidad»
JUAN TIRADO, HABLA DE BODEGAS

“No tenemos tren ni avión de carga; la logística es más cara que otras »
ATANASIO NARANJO, TANQUE NATURALEZA

«Los consumidores no nos piden que produzcamos de forma sostenible, pero debemos hacerlo»
CELIA SANTOS, TOMATES GUADIANOS

«El mercado demanda productos más saludables y ecológicos y vale la pena hacerlo»
FRANCISCO ESPÁRRAGO, SEÑORÍO DE MONTANERA

Las comunicaciones mejoradas también aparecieron durante la conversación. La logística se encarece desde la región debido a la falta de trenes de carga o aviones para llevar los productos a otros destinos. Esto pesa sobre la competitividad de las empresas extremeñas en un mundo globalizado.

Futuro inmediato

Los empresarios que participaron en la mesa redonda también coincidieron en decir que se mueven en la incertidumbre. La crisis sanitaria no ha terminado y, aunque confían en la vacunación, no ven claro el futuro inmediato.

A pesar de esto, creen que los ciudadanos reanudarán gran parte de sus costumbres prepandémicas. Volverán a consumir en bares, comerán en restaurantes e irán de compras.

Aun así, en las granjas los plazos son generalmente muy largos. La producción de los árboles plantados este año llevará mucho tiempo y los jamones de los cerdos que se compran ahora se venderán en cinco años.

El escenario actual, desconocido para todos, complica las decisiones. Hay quienes lo tienen claro. “Con dinero tan barato y bancos dispuestos a prestar dinero, gracias a esa política pudimos salir adelante, creo que es hora de invertir”, según el gerente del Señorío de Montanera. Pero también hay quienes tienen más dudas.

Lo que no dudaron fue la fuerza de la campaña extremeña. «Es una industria acostumbrada a la crisis», concluyó Naranjo.

«Las empresas de la cadena alimentaria han superado la situación con gran éxito»

Felicitó a empresas y emprendedores, quienes reconocieron haber actuado con responsabilidad en los momentos más duros de la crisis sanitaria. «Hay que decirlo y la gente debe saberlo», dijo a los participantes en la mesa redonda José Antonio Bocherini, moderador de la mesa redonda y disertante del Instituto Internacional San Telmo.

–Los emprendedores reconocieron que este año debían tomar decisiones en muy poco tiempo. ¿Podría ser un problema para el futuro?

– Creo que no y más teniendo en cuenta que estas decisiones siempre pueden ser correctas. Los empresarios recibieron una formación significativa en la gestión de la incertidumbre y la capacidad de respuesta; en la cadena alimentaria han superado la situación con gran éxito. En general, progresaron a medida que encontraron problemas, porque fue difícil tomar una decisión correcta en abril del año pasado, sin saber lo que iba a pasar.

– También se discutieron en la mesa los problemas logísticos que tuvieron que afrontar para llegar a determinados destinos.

–Cuando existe un desajuste entre la oferta y la demanda, se producen desajustes a lo largo de toda la cadena. Dado que se dio prioridad al producto básico, el resto de los productos enfrentaron dificultades de transporte. Creo que es algo que en su mayoría está arreglado. Pero en todas las crisis y movimientos de cambio hay dificultades y las empresas más pequeñas les habrán advertido más.

«Hemos concedido un 36% más de préstamos al sector manufacturero este año»

La industria se ha comportado de manera diferente. Si bien muchas empresas sufrieron interrupciones en la facturación de la noche a la mañana, las empresas de agronegocios tuvieron que seguir trabajando a pesar de la pandemia. “Había que cuidar y alimentar al ganado y tenían que seguir cultivando; gracias a ello, la empresa pudo disfrutar de supermercados llenos y de un suministro normal ”, subrayó Pedro Herrera, responsable de la Empresa Agroalimentaria de Extremadura y Territorial Sur Ibercaja, en la mesa redonda impulsada por este banco.

– En un año tan complicado, ¿las necesidades económicas de las empresas eran las mismas?

-Muy similar. Es cierto que aquellos sectores cuyo consumo de sus productos está más ligado a los canales de restauración y hostelería se han visto, en principio, mucho más afectados. En general, las empresas necesitan más financiación para capital circulante, pero también para inversiones porque han tenido que seguir adelante con ellas. En Ibercaja Agro nuestro objetivo es ofrecer soluciones financieras, que es lo que realmente necesitan las empresas, pero adaptadas a sus necesidades específicas.

– Además de financiación, ¿qué piden las empresas?

– Asesoramiento y soporte. Los retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario son la digitalización, la innovación y la sostenibilidad. En este sentido, ofrecemos un servicio especial que busca proteger a las empresas en este proceso.

– ¿Ha aumentado la financiación solicitada por este sector?

-Sí. Ha habido un crecimiento, pero es muy difícil hablar de valores absolutos. En la dirección territorial de Extremadura y Sur, la que traemos desde Badajoz, la formalización de préstamos y créditos relacionados con actividades productivas ha crecido un 36% respecto al año pasado. Además, alrededor del 50% de la financiación de la actividad productiva se destina exclusivamente al sector agroalimentario.

– ¿Influyó el ICO?

-Sí. En las líneas de inversión del ICO Covid hemos formalizado más de 22 millones de euros para el sector agroalimentario y seguimos con ese grifo abierto y muy contentos de recibir cualquier propuesta por la necesidad de financiación.