Flotador de viento Atlántico
Robert Klatt
El primer parque eólico flotante del mundo en funcionamiento regular lleva cuatro años en funcionamiento. Los resultados provisionales publicados ahora han superado claramente las expectativas del operador.
Portugal. En julio de 2020, la empresa WindFloat Atlantic puso en funcionamiento de forma regular el primer parque eólico flotante del mundo frente a las costas de Portugal. Tras cuatro años de funcionamiento, se ha publicado un informe provisional sobre el parque eólico, compuesto por tres aerogeneradores, cada uno de ellos situado en una plataforma flotante independiente. Los rotores de los aerogeneradores tienen un diámetro de 164 metros y cada uno de ellos tiene una potencia máxima de 8,4 megavatios (MW).
El parque eólico es un parque eólico marino flotante semisumergible, es decir, un parque eólico semisumergible en el que algunas de las plataformas se encuentran bajo el nivel del mar. Estas se encuentran ancladas en el fondo marino a una profundidad de unos 100 metros. La electricidad generada se transmite a través de un cable de unos 20 kilómetros de longitud hasta la subestación de Viana do Costelo y se inyecta allí a la red eléctrica.
320 gigavatios hora (GWh) de energía
Según la empresa, el parque eólico ha producido gigavatios hora (GWh) de electricidad desde su puesta en servicio, superando con creces los cálculos del operador. La electricidad producida es suficiente para abastecer a 25.000 hogares portugueses durante un año.
Además de la alta producción de electricidad, el parque eólico también ha demostrado que las turbinas flotantes pueden soportar fuertes tormentas. Durante la tormenta Ciaran en 2023, la turbina fue golpeada por olas de 20 metros de altura y vientos de hasta 139 km/h sin causar ningún daño.
Alto rendimiento energético y bajo impacto ambiental
La principal ventaja de los aerogeneradores flotantes es que se pueden instalar lejos de la costa. Los aerogeneradores normales actualmente solo se pueden instalar a una profundidad máxima de 60 metros. El aerogenerador de la costa de Portugal, en cambio, se encuentra en una zona marina de 100 metros de profundidad, donde el viento es mucho más estable y fuerte, lo que permite generar más energía. Además, el impacto sobre el ecosistema es menor porque la fijación al fondo marino es mucho más compacta que las cimentaciones habituales hechas de hormigón y acero.
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