El pastoreo resiste frente a factores macro

El cerdo ibérico extensivo sigue deambulando libremente por Extremadura. La región sigue estando en gran parte alejada de la ganadería intensiva y, más aún, de las grandes granjas porcinas que comienzan a aparecer y son motivo de preocupación en algunas partes del país. La legislación extremeña, muy restrictiva a la hora de autorizar la cría y reproducción de cerdos en espacios cerrados o confinados, puede explicar por qué el modelo extensivo sigue siendo el predominante. El otro factor, muy ligado a la calidad del producto que se genera, tiene que ver con el sistema de pastoreo que convierte a Extremadura en un «referente indiscutible del sector ibérico» en España, subraya Elena Diéguez.

Es la secretaria técnica de Aeceriber, asociación que agrupa a criadores ibéricos puros. “Afortunadamente, Extremadura no es territorio de macro explotaciones. Ni siquiera para una granja intensiva muy grande, que es una con más de 500 criadores. Seguimos apostando por el modelo de máxima calidad ”, resume.

La reflexión surge mientras el ganado extremeño está viendo cómo se les desafía en los últimos meses. Una campaña del Ministerio de Consumo equiparó la ganadería extensiva con la ganadería intensiva, aunque el ministro Garzón se apresuró a distinguirlos.

Más recientemente, un informe de Greenpeace equiparó la agricultura intensiva en algunas áreas de España (a menudo con animales restringidos) a las de Extremadura (casi siempre al aire libre). Y habló del avance de las macro fincas como reflejo del crecimiento de la agricultura industrial. Una gran granja de cerdos es aquella que tiene al menos 2,000 asientos o 750 animales reproductores.

Realidad

En el informe de Greenpeace se dice que Extremadura es la séptima comunidad con mayor número de cerdos (aquí se incluyen las razas ibérica y blanca, sin distinción), por detrás de Aragón (8,7 millones de cabezas), Cataluña (8), Castilla y León (4,4 ), Andalucía (2,7), Murcia (2,1) y Castilla La Mancha (1,7). La región tenía 1,4 millones.

«Nuestro informe es una advertencia, una advertencia para que no bajes la guardia en Extremadura con las macro explotaciones. En este sentido, la región no es como las demás pero hay que estar atentos ”, resume Luis Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace.

«El ibérico es nuestra seña de identidad y lo seguirá siendo. Disponemos de un millón de hectáreas de dehesa, las dos provincias más grandes de España. No hay que temer más allá de las fluctuaciones de precios, la competencia y problemas como las infecciones de la vida silvestre ”, agrega Diéguez.

Ángel García Blanco, presidente de Asaja Cáceres, destaca la realidad del cerdo extremeño. «Lo intensivo es residual. Hay muy poco y lo poco que hay se ceba y se envía al sacrificio en Castilla y León, en la práctica ”aprueba el terrateniente, que apunta que Extremadura sigue siendo el reino del ganado ibérico y vasto.

Ejemplar de cerdo ibérico. /

HOY DIA

Una apreciación consolidada con los datos oficiales del Ministerio de Agricultura ofrecidos a HOY. Demuestran que en la comunidad autónoma la mayoría de las explotaciones porcinas ibéricas siguen siendo extensivas. Solo hay 61 razas tempranas o blancas. El resto, 6.348 socios, son de cerdo ibérico, cruzados o puros.

De estos casi 6.400, otro detalle llamativo: 4.236 son extensivos y 2.112 intensivos. Agricultura deja en claro que por intensivo se entiende aquel en el que la mayor parte de sus alimentos son proporcionados por el agricultor y se encuentran en almacenes o pequeños espacios abiertos. «El modelo muy mayoritario en Extremadura es el de los cebos de campo. El modelo del cerdo andante. No es el modelo de los sucios, y menos blancos, que se quedan todo el día encerrados en los almacenes y se alimentan solo a pleno rendimiento. Nuestro modelo, por el que somos reconocidos, es el de la montanera, que se utiliza para hacer un producto diferente, de calidad, a otros tipos de cerdos ”, dice García Blanco.

Valor y requisitos

Otro aspecto estadístico relevante que aparece en las estadísticas agrícolas tiene que ver con el tamaño de estas fincas en toda la región. Ya sean familiares o industriales. Por industriales nos referimos a aquellos con más de 5 criadores y 25 animales de cebo.

Aunque en los últimos tiempos se han cerrado las explotaciones familiares para crear otras de mayor tamaño, en ningún caso son explotaciones excesivas ”, añade el secretario técnico de Aeceriber, que aclara que el cerdo ibérico extremeño debe seguir la senda trazada por años de uso de el pasto. “En esto somos diferentes a muchos. Y es el consumidor quien debe reconocerlo. Ese es el objetivo ”, dice Diéguez.

«Extremadura produce el mejor jamón de bellota. Y tenemos unas condiciones extraordinarias. Podemos mejorar a medida que se sacrifican más cerdos aquí y que la industria tiene más fuerza, pero en términos de sistema de calidad y referencia al consumidor no nos ganan ”, dice el líder de Asaja.

“Nuestro trabajo debe estar dirigido a potenciar el sistema de pastoreo ibérico, aumentando el número de cerdos montanera dentro de los límites posibles y asegurándonos de que el producto final de cerdo de bellota tenga una clara distinción en precio porque en calidad ya sabemos lo que es . diferente «, reitera.

El dirigente agrario también señala que los requisitos que marca la Junta de Extremadura a la hora de autorizar las explotaciones porcinas son «muy duros, muy difíciles de superar para quienes quieren criar ganado intensivo y no macrointensivo. Aquí en Extremadura lo tienen». casi imposible, a diferencia de otros lugares ».