Madrid acoge a partir de este viernes 28 de junio y hasta el próximo domingo 7 de julio MADO, «la gran fiesta del Orgullo LGBTIQ+«. La ciudad, asegura la organización, es «una puerta abierta a la diversidad«, aunque no todos ni todas las responsables entiendan de la misma manera lo que este término significa, como ha quedado claro esta semana durante su presentación.
Frente a José Fernández, delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid, personas invitadas y organizadoras varias han sacado a la palestra algunas de las polémicas de estos días, como el controvertido cartel con «condones, tacones y confeti» o el recurso del Gobierno ante el Tribunal Constitucional de la normativa trans y LGTBI de la Comunidad de Madrid.
El colectivo LGTBIQ+ quiere negociar con el ayuntamiento el cartel del Orgullo 2025
Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), echó en cara a un ausente alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el no haber firmado la Declaración de Sevilla de lucha contra el VIH/sida, que marca que la comunidad y las organizaciones sociales tienen la voz en la prevención de este virus. «Pero luego sí se jacta de poner un condón en un cartel», ha expuesto, después de celebrar que tanto el Ministerio de Igualdad como el Defensor del Pueblo hayan llevado al Tribunal Constitucional «los recortes [en materia de derechos] de las dos leyes LGTBI aprobadas por la Asamblea de Madrid.
La polémica por el cartel no cesa. Por eso el coordinador del Orgullo de Madrid, Juan Carlos Alonso, ha abogado por que el ayuntamiento trabaje junto con los colectivos y organizadores del Orgullo para que en 2025 se haga uno con el que todo el colectivo se sienta «representado». Porque, y como reflexión personal, ha recordado que lo más importante «somos las personas».
«Los estereotipos, los tacones, los confetis y la fiesta, preconcebidos en nosotros, nosotras y nosotres, muestra una visión muy segada de las millones de personas que formamos el colectivo, y que no siempre es luz y focos. Hay veces que cuesta mucho. Demasiado», ha señalado, recordando el «esfuerzo sobrehumano» que hacen muchas y muchos «para llegar hasta aquí». También a toda esa gente que se siente sola o que acarrea problemas de salud mental por las dificultades a las que aún se enfrentan.
Críticas de la oposición
Asimismo, ha habido críticas al cartel por parte de la oposición madrileña. Reyes Maroto, portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, ha agradecido a las asociaciones que hacen posible el MADO y ha llamado a la protesta contra un letrero que, en su opinión, «supone una humillación al colectivo LGTBI» reduciéndolo a «estigmas y clichés superados desde hace mucho tiempo».
Un día después de que el alcalde de Madrid dijera que «el Orgullo nació bajo el mandato del alcalde José María Álvarez del Manzano (1991-2003)«, creció «con Alberto Ruiz-Gallardón (2003-2011)», o que «el WorldPride lo trajo Ana Botella (2011-2015) a la Comunidad de Madrid», Rita Maestre, portavoz del grupo municipal Más Madrid, y otra de las invitadas a la presentación, ironizó con eso de que «esta celebración se haga gracias al Partido Popular».
«Hay que recordarle que el Orgullo en Madrid, en España y en todo el mundo, no es de ningún partido, menos todavía del PP: es la consecuencia de la lucha de miles de personas y de muchos colectivos que en esta ciudad, primero en clandestinidad y, después, haciendo frente a muchos obstáculos administrativos y que todo tipo de gobiernos les han ido poniendo año a año», ha recalcado ante la prensa, recordando, por ejemplo, el recurso ante el Constitucional que presentó el partido de Almeida o el voto en contra a la Ley Trans.
También Ronny de la Cruz, presidente del COGAM (Colectivo LGTBI+ de Madrid), ha invocado la primera manifestación del Orgullo en Madrid, que fue en 1979. «Y ahí no fue como [José María Álvarez del] árbol de manzana. “Hemos estado allí antes y seguiremos estando allí”, aseguró.
Campaña enfocada en las personas mayores
José Fernández, delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid -patrocinador institucional-, ha recalcado que «Madrid es una ciudad libre, de acogida y abierta». Él ha evitado centrarse en el cartel de la polémica, y ha puesto el foco en otra campaña institucional, desplegada esta semana, para visibilizar a las personas mayores LGTBI. Su objetivo, ha dicho, es promover sus derechos y reivindicarles.
«Si hoy estamos aquí es gracias a ellos. Pero, a veces, siguen luchando contra dos discriminaciones: su orientación sexual y su edad», ha asegurado. También se enfrentan, ha dicho, a soledad no deseada. Para ellos y ellas, y para el resto del colectivo, va este Orgullo.
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