Gregorio Esteban Sánchez Fernández, más conocido como Chiquito de la Calzada, fue uno de los humoristas más influyentes de la sociedad española, especialmente en los años 90 y 2000, aunque todavía no es difícil seguir escuchando algunas de sus míticas frases y expresiones por las calles. y plazas de la geografía española. Chiquito, que recibió a título póstumo la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2017 y la Medalla de Andalucía en 2018 -entre otros galardones-, falleció en 2017 a los 85 años.
El pasado 29 de diciembre se honró toda la trayectoria del artista andaluz en un acto en el que se develó una estatua en su honor en el barrio malagueño de Huelin, ubicado en el parque que lleva su nombre. La construcción de esta estatua fue impulsada por la Asociación de Humoristas Españoles (Ashumes), que organizó varias galas con el objetivo de recaudar los fondos necesarios para su creación y que contó también con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga.
Al acto asistieron Tony Antonio y Bigote Arrocet, respectivamente presidente y vicepresidente de Ashumes. Además, entre otros humoristas, amigos y familiares de Chiquito, el periodista José María Alfageme; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; y Tomás Sánchez, hermano de Chiquito, quien por la emoción del momento no pudo pronunciar el discurso que tenía preparado, el cual finalmente fue leído por su hijo.
“Fue un trabajo difícil porque Chiquito no se quedó quieto. Yo le dije: ‘Chiquito, o quédate quieto o te irá muy mal'».
Ramón Chaparro, escultor
Al acto también asistió el artista Ramón Chaparro, escultor de la estatua de Chiquito. Nacido en Llerena, Chaparro ha realizado numerosas obras célebres a lo largo de su carrera. Ha expuesto en el Louvre de París, Madrid, Sevilla, Valencia o Toledo y ha realizado bustos y esculturas del rey emérito Juan Carlos I, el expresidente de México Enrique Peña Nieto, Boris Yeltsin o Bill Clinton (estos dos últimos se exponen en il Museo de Cera de Madrid), entre muchos otros. Además de su obra y premios, también destaca por ser el autor de la mítica escultura de Francisco de Zurbarán situada a los pies de la iglesia de Nuestra Señora de la Granada en Llerena.
Su última misión fue recrear el Chiquito de la Calzada y, a pesar de varias adversidades, el proyecto salió adelante con gran éxito. La figura, de dos metros de altura y más de cien kilos de peso, vio aplazada su presentación por la crisis del coronavirus e incluso llevó a Ramón Chaparro a repetir el modelo de arcilla, ya que se había deteriorado durante el encarcelamiento. . Chaparro, que es miembro de Ashume, asociación que organizó la creación de la escultura, ya ha trabajado con ella en la creación de la figura para sus Premios Sancho Panza y ahora han vuelto a contar con él para este importante monumento.
El escultor extremeño expresó a HOY su satisfacción por poder realizar la figura. “Si Chiquito de la Calzada aún viviera, habría cambiado el diccionario. Fue tremendo «. Para mí es una gran alegría porque es un español que nos representa con humor. Fue un honor representar a un gran comediante, a quien admiraba y admiro mucho. Como artista, también es un orgullo de ser un gran humorista como era”, explicó el artista llerenés.
proceso de creación
En cuanto al proceso de creación, el artista destaca entre risas que fue un trabajo difícil porque “Chiquito no se quedó quieto”. “Yo le dije: ‘Chiquito, o quédate quieto o vas a estar terrible’”. Cuando el trabajo se hizo después de la muerte del artista, la única forma de hacerlo era estudiando videos y fotografías, lo que complicaba todo. «Como profesional, si tengo una persona natural, la veo mejor que en fotos. La mejor es la natural porque ves a la persona, la observas, ves sus movimientos, su volumen, la mueves y la puedes relajar».
En relación al acto de presentación en Málaga, destaca la presencia de Tomás Sánchez, hermano del humorista, con quien pudo intercambiar palabras durante el acto. “Cuando estábamos allí, en un momento extendió la mano para tocar la mano de su hermano. Lo vi y me sorprendió. Que lo bautizara así, con su propia mano, con orgullo y alegría… Ese gesto me lo dice todo».
Comments