81% sufre algún tipo de violencia sexual
BARCELONA, 14 de enero (EUROPA PRESS) –
La Unidad de Atención a la Violencia contra la Infancia y la Adolescencia del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha atendido 343 casos en la capital catalana desde su creación en noviembre de 2020, de los cuales 304 en 2021.
La coordinadora del departamento y adjunta del servicio de pediatría del hospital, Anna Fàbregas, ha señalado en declaraciones a Europa Press que el 81% de los menores que visitan el departamento han sufrido algún tipo de violencia sexual.
Además, ha señalado que el 70% de las víctimas son niñas y el 91% de los agresores son hombres, patrón que se replica en las agresiones sexuales a mayores de 16 años; y más del 65% de los casos ocurren dentro de la familia.
La trabajadora social y colaboradora de la unidad Giuliana Ríos explica que además de la violencia sexual, también tratan la violencia física, la violencia psicológica, la violencia por abandono y la violencia contra los niños relacionada con la violencia machista.
Fàbregas explicó que el perfil de la víctima es el de una niña de 9 o 10 años que revela una situación de violencia sexual, o una adolescente que, en un momento de cambio crucial, rememora hechos pasados e identifica lo vivido.
SALGA DE LA «VISIÓN CENTRADA EN LOS ADULTOS»
Fàbregas ha destacado que desde la unidad se presta una atención centrada en el niño y se adapta a sus necesidades, abandonando la «visión adultocéntrica» y primando la perspectiva de la víctima.
“Ante cualquier revelación, es muy importante creer, acompañar y proteger a la víctima. No es nuestro trabajo dudar de su palabra”, defendió el coordinador de la unidad.
De hecho, el trabajo del equipo está en línea con el nuevo modelo Barnahus que el Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat está pilotando en Tarragona.
Según Fàbregas, este modelo sitúa a los menores en el centro de la acción, ofreciendo una atención integral y procurando que los distintos recursos que intervienen sean los que se adaptan a sus necesidades: un espacio «amigable» que evita la revictimización.
«BAJO DIAGNÓSTICO»
Fàbregas se quejó de que no hay cifras sobre la incidencia del maltrato infantil, hay un «infradiagnóstico muy importante», por lo que cree que es fundamental que existan dispositivos como este para revertir la falta de detección.
De hecho, ha advertido de que se están destapando un «gran número» de casos que han obligado a aumentar el número de profesionales que trabajan en el servicio, que actualmente atiende una media de entre 15 y 20 pacientes al mes.
En este sentido, Fàbregas lamentó que la pandemia de la Covid-19 haya dificultado el diagnóstico de los casos y, además, puede haber contribuido a un aumento de este tipo de violencia, ya que los menores han sido aislados con sus familias y más del 65% de los casos ocurren dentro de las familias en.
pedagogía
Ríos ha destacado que otra parte importante de su trabajo es la sensibilización y formación en todo el territorio para facilitar la detección a través de los distintos dispositivos con los que trabajan de forma coordinada, como la Dirección General de Atención a la Infancia, entre otros y a la Juventud (DGAIA) .
Ha trabajado para facilitar a los menores «herramientas y estrategias de autoprotección» ya los profesionales, incluidos los de la sanidad y la educación, para que puedan detectar cualquier caso.
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