El Hospital de la Montaña está «en alerta», ya no padece covid

Sin Covid. Este es el estado en el que ya se encuentra el Hospital de la Montaña. Fue autorizado, por segunda vez, el 11 de enero, cuando reabrió para brindar cobertura de salud ante un repunte de casos. En ese momento, el San Pedro de Alcántara estaba cerca del límite de su capacidad y 11 pacientes fueron trasladados al edificio de la Diputación. La incidencia acumulada de casos positivos en Cáceres a los 14 días fue de 1.026 infecciones en ese momento. En los últimos días son unos 140. La mejora de la situación se refleja en el antiguo hospital provincial. El ministro de Sanidad, José María Vergeles, anunció ayer que nadie está hospitalizado. La evolución de los tres últimos aconsejó su traslado a San Pedro de Alcántara este viernes, indicó en presencia junto al gerente de la SES, Ceciliano Franco; el director del Área de Salud, David Zambrano; y la primera teniente de alcalde de Cáceres, María José Pulido.

En estas circunstancias, el centro se encuentra en una situación de pre-alerta, «al igual que el hospital de Ifeba», dice Vergeles. El responsable de salud regional, en cambio, descarta que se excluya la opción de cerrarlo.

El centro de salud Zona Centro comenzará a operar una vez que se complete su traslado desde Hernán Cortés el próximo lunes. Cuenta con diez consultas de medicina familiar y comunitaria, otras diez de enfermería, una consulta y otra de enfermería pediátrica. Dará servicio a 13.400 personas de Cáceres. Se invirtieron 930.000 euros en su puesta en marcha. Se ahorrará espacio en una instalación que ha sufrido una reforma integral. También mejora la seguridad y la accesibilidad.

Al día siguiente, martes 16, se abrirá el Punto de Atención Continua, también renovado. La PAC ha sido objeto de una rehabilitación que asciende a 240.000 euros para el acondicionamiento de los espacios y otros 25.000 euros en equipamiento técnico. Se atenderá a unos 96.000 pacientes de la ciudad ya ellos se sumarán otros 8.500 de ciudades cercanas como Torreorgaz, Malpartida, Casar de Cáceres o Sierra de Fuentes.

“Brindará calidad a nivel de los profesionales que están trabajando”, dice la consejera en relación a una plantilla que cuenta con 14 médicos, 15 enfermeras, cuatro enfermeros, dos técnicos de emergencias sanitarias y dos ambulancias. El PAC asistirá a un promedio de 78 pacientes por día. En 2020, 28.500 personas pasaron por las instalaciones anteriores. «Es un servicio esencial», dice Vergeles.

También se informó que la unidad coronaria de agudos del hospital San Pedro de Alcántara comenzó a funcionar el 1 de febrero y que será «un referente provincial», según la SES. La inversión fue de 90.000 euros y se suma a las dos anteriores con tres provisiones sanitarias operativas en tan solo 15 días en la ciudad.

Vergeles mencionó en su visita las quejas en relación a la falta de asistencia presencial en los centros de salud y precisó que se busca un equilibrio con un porcentaje del 70% de consultas presenciales y un 30% telemático.

Abunda el hecho de que se llevarán a cabo aquellas que realmente requieran observación del paciente, aunque la pandemia ha permitido explorar alternativas y encontrar soluciones a través de medios digitales, por ejemplo para consultas analíticas o trámites administrativos que de todos modos no requieren cita previa. en persona.

“A medida que la incidencia disminuya, las consultas cara a cara ganarán un porcentaje. Los pacientes debían estar protegidos. Así que entiéndete a ti mismo. Ha habido un aumento significativo en la actividad de los equipos de atención primaria ”, dice Vergeles.

Vacunas

En cuanto a las vacunas, la concejala anticipa que la semana que viene comenzará con los grandes empleados y luego se incorporará a los grupos: mayores de 80 años y al mismo tiempo, con las dosis de AstraZeneca, otros colectivos como los profesionales de las instituciones penitenciarias, incluidas las fuerzas de seguridad local. Policías, profesores no universitarios, protección civil … «En cuanto cumplamos con la estrategia de vacunación, se vacunará a los estudiantes que estén realizando prácticas en el ámbito de las ciencias de la salud», confirma Vergeles, partidario de la vacunación por grupos de edad. “No podemos hacer muchos grupos de vacunación porque volveremos locos a profesionales y ciudadanos”, resume.

«Sería más sensato reflexionar y sugerir que existen grupos prioritarios según criterios de vulnerabilidad, gravedad de la infección y contagio. Vacunamos a estos grupos, de los que sois vosotros. Y de estos grupos, lo mejor que le puede pasar a este país es que empecemos a vacunar por grupos de edad. Los primeros, los mayores de 80 años ”, confirma.

Agrega que la «logística» de las vacunas «es muy complicada» por las circunstancias y el componente técnico de las propias vacunas. “Algunos no se pueden mover por la carretera, solo por la carretera”, da como ejemplo. La consejera también destaca que el tutor ya se ha recuperado de las intervenciones no urgentes, dada la menor incidencia de covid.