El chiste sobre un presunto ataque islamista a una procesión en Granada es un aviso a las puertas de la campaña electoral
Con una campaña electoral a la vuelta de la esquina, el siempre presente problema de la tergiversación de los hechos vuelve a estar al frente como otra herramienta en la lucha política. Hay quienes dicen que las «fake» news como arma política son un fenómeno nuevo, pero quizás lo único nuevo es que se llame así en el mundo.
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