El juez ya trabaja en Ponferrada
Pilar de Lara fue sancionada por el CGPJ en 2019. En un informe, el Poder Judicial constató que sus órdenes no fueron controladas. Descubrieron muchas irregularidadestales como interrupciones del negocio o largos períodos de inactividad, falta de emisión de resoluciones en un plazo mínimo razonable, procedimientos que se consideraron desesperados o prometedores [buscar posibles delitos de cualquier tipo sin tener evidencia] y por tanto inapropiada para investigar los hechos, abriendo salas para no aceptar trabajar en ellas… Fue condenada a siete meses y un día de suspensión de trabajo y salario, lo que le supuso la pérdida de su plaza en Lugo.
Poco después consiguió trabajo en Ponferrada. Ahora, Hay un juez de refuerzo en Lugo que es el único encargado de impulsar las macro causas que Pilar de Lara dejó abierta. La jueza anunció hace unas semanas que recurriría al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que le levantaran la pena.
En definitiva, el Consejo de Estado tendrá que deliberar en los próximos meses si indemniza a Fernando Blanco y cuánto. Si tiene razón, serán todos los ciudadanos los que pagarán el precio de una orden ya desaprobada por los más altos órganos del poder judicial español.
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