«Aquí el que la hace la paga», le dijo el director adjunto de la Policía Nacional, José Ángel González, al comisario Javier Galván Ruiz cuando le nombraron en su anterior responsabilidad al frente de la división de Asuntos Internos. Y así lo ha recordado este lunes Galván, en la ceremonia de toma formal con la que ha tomado posesión de su nuevo cargo: jefe superior de Policía en Madrid.
Antes, Galván ha estado dirigiendo la estratégica división de la Policía que se investiga a sí misma, cuando sus agentes han seguido, durante un año, al inspector jefe Óscar Sánchez, jefe del área de Delincuencia Económica y antiblanqueo de la Policía en Madrid, detenido hace dos semanas y al que se la han incautado 20 millones de euros de supuestos pagos de una red de narcos que tenía escondidos en su domicilio.
La frase que ha extraído de su memoria Galván en su discurso de nombramiento le sirve parra resumir lo realizado hasta ahora, y también de advertencia: la investigación por la infilitración narco descubierto en un área clave de la Policía en Madrid sigue abierta, con más de 15 detenidos.
13.300 policías bajo su mando
El comisario principal Javier Galván Ruiz ha tomado posesión este lunes de su nuevo cargo como jefe superior en Madrid 21 días después de su nombramiento por el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
Galván, de 54 años, esposo y hermano de policías, es licenciado en Derecho y lleva 31 años de carrera policial desde que, en 1993, ingresó en el cuerpo. Su experiencia profesional abarca otro paso esencial para su nuevo cargo, sirviendo en la comisaría madrileña de Centro, una de las que más casos de delincuencia atiende en España.
En una ceremonia celebrada en la Delegación del Gobierno en Madrid, el director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras, que presidía el acto, ha esbozado en números el nuevo encargo para Galván. La Jefatura de Madrid tienen 13.300 policías a su cargo, de 25.000 que en total trabajan en la comunidad autónoma. Son doce comisarías locales, 18 de distrito, un puesto fronterizo, el del aeropuerto de Barajas, con casi 1.000 policías adscritos.
Piqueras ha dicho que Galván «es un líder policial joven, que va a proporcionar un gran impulso» a su área, y ha subrayado la importancia de haber pasado por la comisaría madrileña de Centro, «donde todo sucede en materia de seguridad». Pero el punto clave de su currículo es el mando de Asuntos Internos -Galván también presidía la red europea de policías de asuntos internos-, una unidad que para Pardo es esencial «para salvaguardar la institución de aquellos que se alejan de la máxima de cumplir y hacer cumplir la ley».
Sin nombrar el sonado último golpe de Asuntos Internos, pero aludiendo a él, Pardo se ha dirigido a Galván para decirle que a esa unidad «la has elevado a unos niveles de prestigios muy altos».
En su discurso, el director general de la Policía Nacional ha dejado espacio para recordar el sufrimiento en Valencia, y hacer una llamada a la conciliación de las instituciones en el trabajo de afrontar la catastrófica dana: «Cuando nos damos la mano, cuando vamos juntos como sociedad, somos imbatibles».
En la apertura del acto, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre, también ha tenido palabras de solidaridad con el pueblo valenciano, tras las cuales se ha detenido en comentar uno de los males añadidos del desastre: la desinformación, alertando sobre «el potencial del miedo y la alarma para distraernos».
El delegado del Gobierno ha enmarcado el inicio del mandato del comisario Galván en un momento en el que «la Policía alcanza el récord de efectivos». También lo ha hecho Pardo, reseñando que, por primera vez en la historia de la institución, la Policía Nacional ha alcanzado ya 74.000 efectivos.
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