La formación morada reivindica su condición de partido más fuerte y se niega a nombrar a la coalición ‘Por Andalucía’.
Con la convocatoria electoral llamando a la puerta, las conversaciones para unir en una única candidatura electoral a todas las formaciones que quieren hacerse con el puesto de la izquierda del PSOE vuelven a estancarse. Tras una reunión el pasado domingo en la que se llegó a un consenso en principio sobre el nombre de la coalición, la formación morada se destacó este lunes atribuyendo una filtración interesada a revelar el nombre antes de tiempo.
El debate sobre «Por Andalucía», la confesión aceptada en principio el domingo pero rechazada por Podemos este lunes, no es sólo confesional. Desde el inicio de las negociaciones se propusieron dos posiciones sobre las que actualmente no parece haber acuerdo. Uno, defendido por la formación morada, pretende que todo el acuerdo gire en torno a Unidas Podemos como núcleo de la confluencia, lo que implicaría un nombre y una candidatura que reflejen esa idea. La otra, que Más País puso como condición de la mesa de negociación, planteó la necesidad de una etiqueta blanca y un candidato independiente que reflejara la amplitud de un proyecto que pretende ir más allá de las fuerzas que lo componen para movilizar eso en el momento apático electorado de izquierda.
El nombre acordado en principio, aunque no con un acuerdo final, en la reunión del domingo se ajustaba más a este segundo concepto.Este lunes, una filtración interesada de Podemos acredita que el nombre ha ganado estatus público. Desde Madrid, el coportavoz de la formación morada, Pablo Fernández, insistió en la necesidad de actuar con prudencia y discreción para que la operación se materialice.
En las negociaciones, Podemos afirmó su estatus como el partido más grande en el electorado de izquierda no socialista. Esta valoración no es compartida por el resto de servicios de urgencias. De hecho, Podemos carece de poder municipal en Andalucía, ya que la única alcaldía que obtuvo en 2019, la de Cádiz, la ostenta José María González, perteneciente al sector anticapitalista, que abandonó la formación morada.
Sin embargo, este lunes, en un acto en Sevilla, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, insistió en la idea, destacando la importancia de su partido como «el más grande de la coalición» y diciendo que, por tanto, tenía una responsabilidad adicional
Esa demanda se está poniendo sobre la mesa de negociación, enfureciendo a otras fuerzas, en particular a Más País, que se volvió a reunir este domingo después de haber sido abandonada la semana pasada.
La segunda discrepancia, y no menos relevante, que impide avanzar en las negociaciones, es el perfil de quien dirige la candidatura a la presidencia de la Junta Directiva. Podemos ya ha iniciado un trámite previo, por el que se ha presentado el diputado gaditano y Guardia Civil Juan Antonio Delgado.
La posición que genera más consenso, sin embargo, es proponer un candidato independiente que refleje la amplitud de la coalición. Uno de los nombres puestos sobre la mesa es el del exviceconsejero de Turismo del Partido de Andalucía y actual locutor de tertulias en varios medios, Javier Aroca.
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