La rápida actuación del Ayuntamiento de Cáceres ha impedido que las muchas personas que hacen cola todos los días en el comedor de beneficencia de La Milagrosa de Cáceres tengan comida para sobrevivir. Entre 80 y 120 personas acuden cada día a este comedor ubicado en la Ciudad Monumental, en el Adarve del Cristo. Antes de la crisis provocada por la pandemia, el número de personas que utilizaban este comedor se reducía a unos 20 usuarios.
El comedor social La Milagrosa está a cargo de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que cocinan los alimentos que proporciona el Banco de Alimentos de Cáceres. Antes de la pandemia, las monjas abrían su comedor todos los días y con la ayuda de voluntarios servían comida a las personas necesitadas que se sentaban en las mesas preparadas. Teniendo que tomar medidas de seguridad con el coronavirus, las monjas empezaron a entregar comida a los tuppers frente a la puerta, y los voluntarios tuvieron que dejar de ir a ayudar, la mayoría eran personas mayores.
Presidenta del Banco de Alimentos: «Es importante que la gente de Cáceres se dé cuenta del gran trabajo que hacen estas monjas»
El problema surgió el pasado viernes por la tarde, cuando una auxiliar que ayuda a monjas discapacitadas dio positivo por coronavirus (tiene la variante británica), y luego otras tres trabajadoras y cuatro hermanas tuvieron que ser aisladas. El trabajador positivo no prepara ni sirve comidas. Las hermanas se sentían saludables y entre las medidas que se vieron obligadas a tomar estaba la de no poder preparar y servir la comida. La congregación pidió ayuda al Ayuntamiento y el sábado la Corporación se hizo cargo del comedor social, contratando un servicio de catering hasta el 10 de abril.
La primera teniente de alcalde, María José Pulido, indicó que el instituto municipal de asuntos sociales tomará la iniciativa de asistir al comedor social hasta el próximo sábado 10, y si es necesario continuar garantizando esta asistencia tan necesaria a muchas personas en Cáceres. . La colaboración se realiza a través de un contrato de menos de 5.100 euros más el 10% de IVA. “Es un ejemplo más de la estrecha colaboración que se mantiene con ésta y otras entidades de acción social, para continuar la enorme labor que realiza el comedor social”, indica María José Pulido.
La administración municipal señala que en los últimos meses se ha incrementado en un 50% el número de familias que vienen a diario a recoger alimentos en el comedor. Las Hijas de la Caridad distribuyen alimentos los 365 días del año. Dos platos de comida caliente, bebidas, frutas, postres, conservas y bocadillos.
El servicio de catering acordado por la Municipalidad realizará este servicio de entrega en las mismas estructuras.
El presidente del Banco de Alimentos de Cáceres, Juan Carlos Fernández Rincón, subraya que ahora, en estas circunstancias, «es importante que los gaditanos se den cuenta de la gran labor que están haciendo estas hermanas». Recientemente el Banco les entregó una gran cantidad de comida, 16 mil tuppers, y gracias a un convenio con la Cámara de Comercio les entregaron cuatro jamones loncheados, realizando el trabajo de cortar la Jamonería Mostazo de forma gratuita.
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