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El concejal de Patrimonio dice: José Ramón Bello, que el Museo Cívico era conocido popularmente como «el museo de los pequeños artilugios», denominación que le parece despectiva pero que explica la mezcla de objetos que se exhiben en este recinto, actualmente cerrado y sin fecha de apertura.
El alcalde considera urgente hacer un inventario de los activos encontrados en ese espacio y, a costa del presupuesto 2021, un grupo de expertos se encargará de cribarlos selectivamente (unos mil) para determinar cuáles poseen. Méritos suficientes para formar parte de la exposición del museo. La idea, dice Bello, es que durante dos meses estos expertos puedan encargarse de establecer cuál es el valor real de todos esos activos. El contrato se dará a conocer para que personal especializado pueda hacerse cargo de estas funciones. La idea es que durante todo el año se pueda tener una idea lo más precisa posible de la real relevancia de este patrimonio.
“El Museo Cívico nunca ha funcionado demasiado bien, siempre ha sido un almacén de cosas, unas con valor, otras sin valor y que requerían una reforma, tenemos claro que Cáceres debe tener un museo municipal y tenemos claro que tiene un museo que explica la historia de la ciudad, pero que no puede ser un mero contenedor de todo lo que queda ni un acumulador de enredos. Según Bello, los objetos que posee el museo son dispares. Allí encontrarás una sala de las banderas, encontrarás los gigantes y los cabezudos, todos los trofeos de los equipos que tuvo Cáceres, al final es muy difícil explicar toda la historia de la ciudad con elementos que te no sé lo que valen «.
Una de las cosas que a su juicio son claramente superfluas son las placas que regalan otros municipios. «Esto tiene un interés educativo dudoso».
Hace unos 30 años, a partir de la década del 90, no se actualizaba el inventario de bienes muebles del municipio. Por tanto, se requiere una extensión del mismo en la que se registre qué es cada objeto, para qué se utiliza y su estado de conservación. Con esto podríamos preparar un verdadero recorrido museístico por la historia de la ciudad ”. Se trataría de proponer un museo según los principios de Ciudad Patrimonio de la Humanidad para que no solo realice funciones de archivo, sino también didácticas. Solo se expondría todo lo que realmente sirva para dar una idea precisa del curso de la historia de la ciudad y también de las tradiciones y etnografía. «No abrumes al espectador sin decirle nada».
Minimalismo
Para Bello, hay un ejemplo muy claro de cómo debería verse un museo en el de Helga de Alvear, que tiende al minimalismo. «De las miles y miles de piezas que tiene, solo 200 están en exhibición, menos es más». Según el alcalde, una de las piezas que podría estar en el expediente Museo Municipal Es el estandarte de San Jorge, datado entre los siglos XIII y XV y actualmente se encuentra en la alcaldía. «La pancarta y el papel, en facsímil o en copia, creo que deberían estar en un museo que te cuente la historia de la ciudad». Bello recuerda el traslado de la piedra con inscripción fundacional de época romana pasada desde la alcaldía al Museo de Cáceres (Las Veletas) durante su etapa como concejal de Elena Nevado.
Actualmente la mayoría de las piezas se encuentran esparcidas por diferentes edificios municipales, pero la mayoría se encuentran en las estancias del propio solar. Museo Municipal, sobre el Palacio Mirón.
Además del análisis de este conjunto de objetos, José Ramón Bello estima que también es necesario realizar un inventario del resto de objetos encontrados en diferentes dependencias municipales y que tienen valor histórico. Indica que las pinturas o esculturas requerirían de un inventario específico, aunque en este caso hay más documentación sobre las mismas y ha sido más constante que en el caso de los bienes acumulados en el maltrecho. Museo Municipal.
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