El móvil de Jesús Flores Godoy no deja de sonar estos días. Mensajes y llamadas para felicitarle por ser el alumno extremeño de la UEx que mejor nota ha obtenido en el MIR, examen que, de ser superado, da derecho a unas prácticas en una especialidad médica. Este joven de Badajoz, localidad de Villagonzalo, le superó y se colocó en el puesto 101 entre más de 12.000 candidatos, una auténtica apuesta detrás de la que hay mucho esfuerzo.
Ahora solo le queda elegir un lugar y todo indica que podrá hacer lo que siempre ha soñado. «Me gusta mucho la Traumatología y seguro que será la opción que elijas. Mi objetivo es hacer esta especialidad en Extremadura porque quiero devolver a mi tierra parte de lo que me ha dado”, dice con convicción, a sus 25 años.
Deja claro que las condiciones laborales no son las mejores en España y que tampoco son las ideales en España. “Este año se batió el récord de médicos que se fueron a trabajar al exterior”, se queja.
No obstante, cree que hay un «buen servicio» de traumatología en Badajoz. «Tiene un hospital poderoso y creo que puedo aprender mucho», dice. “Los extremeños nos caracterizamos por la humildad, a veces demasiada, y que a veces nos hace mirar hacia fuera, pero aquí se puede aprender y este servicio me lo puede dar a mí”.
“Quiero hacer la especialidad en Extremadura para devolver a mi tierra lo que me ha dado”
No esperaba estar entre los mejores de España. Ha sido cuidadosamente preparado, pero al examinar estas características no es solo el conocimiento lo que entra en juego.
En su caso, se formó en la academia CTO, una de las especializadas en esta prueba. En total, pasó casi dos años en esta revisión. En concreto, 21 meses para demostrarlo todo en cuatro horas y media; 200 preguntas con las que dejar claro que las más de 5.000 horas de estudio, diez al día con descanso los domingos, han valido la pena.
Y parece que sí. No tendrás problemas para alcanzar tu objetivo. La posibilidad de que alguno de los cien primeros opte por elegir Traumatología en el Hospital Universitario, cosa que no sucede desde hace un año, es remota.
Además de esto, la Traumatología no es una de las opciones más solicitadas, a diferencia de lo que sucede con la Cardiología, Dermatología o Cirugía Plástica. “Aunque el trauma cada vez está más de moda y más candidatos lo eligen, con el número que tengo hay un 99% de posibilidades de que lo pueda manejar”, admite Flores. “También me gusta la Cirugía Plástica, la Cirugía General y la Cardiología, pero lo que está claro es que si puedo me quiero quedar en Extremadura”.
Después de más de 5000 horas de estudio, este médico de 25 años ocupó el puesto 101 entre más de 12 000 candidatos
Vivió en la región toda su vida y estudió medicina en la Universidad de Extremadura. «Yo también quiero quedarme en mi tierra para trabajar como médico. Aquí fui feliz y espero seguir siendo feliz.
Eso sí, le gustaría que cambiaran algunos aspectos para mejorar la situación. “La atención primaria está muy saturada, el volumen de pacientes por médico es muy alto y el problema es que cuando los sanitarios salen a reclamarlo parece que piden mejoras salariales. No es así, lo que piden es tener menos pacientes para no dedicarle apenas cinco minutos a cada uno. Lo que buscamos es una mejora en la atención”, dice Jesús.
Lo tiene claro, ya que supo desde temprana edad que quería estudiar medicina. “Cuando entré a la secundaria ya sabía eso, así que luché por ello y lo logré”.
proceso dificil
Durante este tiempo renunció a proyectos con amigos, horas de deporte y fiestas con su familia. «Pareces el bobo que no puede hacer la mayoría de las cosas», reconoce.
Aun así, este camino ha estado lleno de satisfacciones. “En primer lugar, el orgullo que sienten mi familia y amigos. Vieron que pasé de niño a médico y ahora estos resultados”.
Lo cuenta desde la puerta del Hospital Universitario de Badajoz y con la misma bata de médico que le acompañó en sus estudios. A partir de ahora es muy probable que ese sea el lugar donde pasará los próximos cinco años, el tiempo que durará el entrenamiento. Luego se imagina con una plaza en Extremadura. «Me gustaría vivir aquí. Por supuesto, espero que las condiciones de trabajo mejoren para entonces.
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