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El abogado de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, ha denunciado en los juzgados de guardia de Madrid haber sido víctima de un hackeo que buscaría acceder a los correos intercambiados con su cliente en la causa en la que le defiende por presuntos delitos de defraudación tributaria y falsedad.
El ciberataque tuvo lugar el pasado martes, 2 de abril, y habría afectado a los ordenadores del letrado y el fiscalista que representan a González Amador por el presunto fraude a Hacienda de más de 350.000 euros. Fuentes populares consultadas por este diario señalan que, «comprobado por perito informático, el sistema de entrada en los sistemas es muy sofisticado y solo al alcance de los estados«.
La propia presidenta de la Comunidad ha apuntado en esa línea en un acto en la Puerta del Sol, alegando su «preocupación porque el Estado está para proteger a ciudadanos y está pasando todo lo contrario». Ha apuntalado primero que los ciudadanos no la han elegido para que se «comporte como novia«, insistiendo así que se trata del caso de un particular, pero como representanto del Gobierno regional su «sensación» es que «todo ciudadano incómodo contra el Gobierno tendrá todo el poder del Estado enfrente».
El abogado considera que lo ocurrido puede constituir delitos de revelación de secretos, afectando al derecho fundamental de su cliente a la intimidad, y también a la protección de datos de carácter personal y al derecho de defensa.
Según la denuncia, a la que ha tenido acceso El Periódico de España, del mismo grupo editorial, el ciberataque habría afectado a los correos intercambiados el pasado martes, 2 de abril. Habría consistido en retirar los citados correos de los sistemas, presumiblemente para su descarga y la extracción de ficheros adjuntos que contendríancon cientos de páginas.
Correos que desaparecen y regresan
Según concreta la denuncia, la cuenta del abogado Carlos Neira y también la del asesor fiscalista que le asiste en este procedimiento recibieron pasadas las once de la mañana del pasado martes un correo electrónico enviado desde el correo personal de de González Amador que fue respondido un poco más tarde. «Unas horas después de haberse recibido y respondido el correo, durante la tarde del día 2 de abril esos correos desaparecieron de los sistemas informáticos para, transcurridas unas seis horas, volver a reaparecer en los sistemas ya el día 3 de abril, a las 00 hora y 09 minutos», afirma el documento. Se decidió entonces consultar a un experto que confirmó que se trataba de un ataque informático.
El despacho también ha solicitado ayuda a Microsoft para que facilite la información que almacena sobre lo sucedido, y desde la compañía han confirmado que los correos fueron entregados, posteriormente eliminados y vueltos a entregar -simulando haber tenido una única entrega-. Añaden que este tipo de técnicas son comúnmente utilizadas cuando un tercero quiere acceder a determinada información hackeando un sistema y dejando el mínimo rastro técnico posible del acceso, y por ello que acceden, trasladan la información para su consulta y la vuelven a dejar en el sistema.
En la denuncia también se adelanta que «an pronto se reciba la información solicitada a Microsoft, se aportarán al juzgado que corresponda las conclusiones del perito, «así como las posibles vías para la culminación de la averiguación de los hechos y responsables«.
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