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Que más o menos jóvenes vengan de otros municipios a estudiar Medicina en Galicia, o que más o menos alumnos se vayan a otras autonomías, no es ni positivo ni negativo «si el sistema es justo», dice Julián Álvarez Escudero, decano del única facultad con este título que existe en la comunidad gallega. Es decir, si las pruebas de acceso a la universidad son similares en toda España. En relación a esta movilidad, sin embargo, Escudero asume que existen otros programas que pueden incentivarlos, como B. Erasmo, sin que sea tan importante el intercambio en territorio español.
El atractivo y la demanda por estudiar medicina es evidente. Es la carrera que tiene el punto de corte más alto en cuanto a su oferta. Hay grados cuya última matrícula fue un título superior, pero son estudios de diez o veinte plazas (en la USC, Medicina ofrece 350). Y además, estas notas son las mismas en toda España, de ahí la movilidad para intentar entrar en un centro esté donde esté. Según la web notesdecorte.es, la universidad pública con la nota de corte más baja está cerca del 13 (un 12.708), la Rovira i Virgili de Tarragona; la Complutense llegó este año al 13,5.
Según datos de las universidades, esta alta movilidad se circunscribe casi exclusivamente a los estudios de Medicina en toda España. En empresa y gestión, en un gran número de municipios, más del 90% de los universitarios que se matriculan en la profesión han finalizado el estudio selectivo en el mismo lugar. También se da en un alto porcentaje, aunque menor, en matemáticas y enfermería. En Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria y Navarra la movilidad es mayor que en otras regiones de España, debido en los dos primeros casos a la proximidad a Madrid con una gran oferta universitaria, o a la escasa oferta del propio territorio en el caso de los dos últimos.
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