La Federación de Defensa Animal de Cantabria (DEAN) ha puesto en marcha la campaña “Cantabria Sin Cadenas”, una iniciativa pionera en la región para acabar con la práctica de mantener a los perros encadenados permanentemente.
En el marco de la Ley 7/2023 de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, esta campaña pretende no sólo informar sino también provocar un cambio real en la percepción que tiene la sociedad sobre el cuidado de los animales.
Según el DEAN, en Cantabria siguen existiendo numerosos casos de perros que pasan toda su vida atados, expuestos a condiciones climáticas extremas, cuyas necesidades básicas en materia de bienestar animal no están cubiertas, con movilidad reducida y sin estímulos, compañía, etc. , condiciones que no sólo son ilegales sino que causan daños físicos y emocionales irreparables a los animales, denunció.
Para poner remedio a esta situación, la asociación ha desarrollado una campaña encaminada a llegar a todos los rincones de Cantabria a través de acciones directas y digitales, con conversaciones educativas encaminadas a concienciar sobre la empatía hacia los animales, con datos e imágenes en redes sociales bajo el Hashtag #CantabriaSinCadenas y con propuestas de colaboración con los ayuntamientos para favorecer el cumplimiento de la normativa vigente y permitir denuncias contra este tipo de maltratos, «no sólo físicos sino también psicológicos», afirmó el colectivo.
DEAN ha destacado que cada vez son más los estudios y expertos que alertan sobre las graves consecuencias físicas y emocionales que sufren los animales expuestos a esta práctica.
Por ello, la campaña pretende concienciar a la ciudadanía sobre esta realidad, promover el trato digno a los animales y velar por el cumplimiento de la normativa vigente.
“Las cadenas representan un símbolo de sufrimiento y abandono”. Con esta campaña queremos liberar a los animales de esta crueldad y mostrarle a la gente alternativas prácticas y éticas”, dijo la presidenta y portavoz del DEAN, Victoria Cedrún.
Los efectos físicos de la esclavitud incluyen heridas por fricción, deformidades óseas y atrofia muscular, mientras que los efectos psicológicos incluyen estrés, ansiedad y comportamiento agresivo.
La Ley 7/2023 estipula que los perros deben permanecer en espacios seguros que permitan la suficiente movilidad, descanso y acceso a estímulos. “Los perros no son herramientas ni sistemas de alarma, son seres vivos que merecen respeto y libertad”, enfatizó Cedrún.
Para apoyar la iniciativa y conocer más sobre “Cantabria sin cadenas” puedes visitar sus redes sociales @FederaciónDean en Facebook e Instagram.
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