Josefa Fernández Peña cumple este domingo 52 años. Nacido en el pueblo de O Castro en Devesos, vive en O Río, en el mismo municipio del interior de Ortigueira, desde su matrimonio. Eran cinco en casa y ahora están ella y su marido Ramón Reborido Antelo, de 56 años. «Entre las tres casas del pueblo nos hicimos trece o catorce, y ahora somos una señora en otra casa«, Factura. «Donde nací sigue siendo mi Nai Soa, sin con quien hablar; y un kilómetro otra mujer y tres una pareja…«, él dice.
Devesos y As Neves son dos de las parroquias del municipio con los núcleos de población más abandonados. La pandemia hizo tomar conciencia a Josefa de las ventajas de vivir en el campo a pesar de la soledad: «Tenemos Ortigueira a cinco minutos en coche, Ferrol a poco más de media hora, A Coruña a una hora… o acaba de tener un accidente en mi casa y me he tenido que mudar y siempre podemos salir juntos, de por vida.». La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 tuvo un impacto positivo en la comunidad. «En lugar de Penavide forjaron casas de venta, llegaron a un par de Ferrol y Duas de Coruña, unos se quedaron para siempre y los otros vinieron el fin de semana«, explica. Su hija Romina, de 33 años, también vuelve casi todos los fines de semana. Prueba del amor por el país de esta logopeda es que trabaja en Viveiro y se instala con su pareja y su hija de siete años en otro pueblo, en As Negradas en en el Municipio de O Vicedo en Lugo «Me crié en este ambiente y mi marido también, era de los que se iban a estudiar al extranjero y volvía a casa cada fin de semana [casi dos horas entre tren y coche]. Me compensó mil veces, no me cambiaría a ir al pub de la parroquia los viernes [aún quedan dos]una fiesta… cualquier motivo de reunión de barrio, un puchero, la fiesta, el carnaval, el campeonato de tute o dominó”, dice Romina. La despoblación la entristece: “Es muy triste. casa, caminaba tranquilo en la oscuridad, sin miedo porque había casas con mucha gente». Ella pertenece a ese grupo de «retornados», gente que se crió en el pueblo y vuelve cada vez que puede: «Traemos la comunidad al fuego.» Y a su madre preparando el viernes freexos«con ovos da casa y caldo do cocido», da vida.
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