El Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres Condenó a un hombre a dos años de prisión por defraudar a varias empresas de la región a las que había encargado productos ibéricos y patines haciéndoles creer que había realizado el pago. El imputado y otra persona que no fue procesada por los hechos idearon un plan en el que se presentaron con un nombre diferente, enviaron un documento de crédito falso y lograron entregar los productos a los transportistas que ambos contrataron.
Como se indica en los hechos probados, el 14 de diciembre de 2017, una persona cuya identidad no parece haber sido contactada vía mensajería instantánea una empresa dedicada a la elaboración de productos ibéricos ubicada en un municipio de Cáceres, a la que solicitó un lote por valor de 2.448 euros. Luego envió el recibo de pago por una supuesta transferencia bancaria que nunca se realizó y la empresa entregó el material a un mensajero que se presentó al día siguiente y que había sido contratado por el demandado para transportar los productos.
Días antes, el día 12, se había producido la misma operación con otra empresa de la misma ciudad, a la que se había encargado por teléfono otro lote de ibéricos por valor de 2.569 euros. También el día 15, una persona cuya identidad no aparece compró cuatro patines por teléfono en una tienda (esta vez en un municipio de Badajoz), compra cerca de 900 euros y ni siquiera esto se pagó. El mensajero entregó todos estos productos al demandado.
La detención del imputado se produjo en la tarde del día 15. El día anterior, siguiendo el plan establecido, también se puso en contacto con otra empresa del municipio de Cáceres, haciéndose pasar por otra persona. Se solicitó un lote de productos ibéricos por valor de 3.152 € y posteriormente se envió una fotografía de una transferencia bancaria a través de un servicio de mensajería instantánea. En esta ocasión, el empresario se dio cuenta de que no se había realizado la transferencia. Cuando el mensajero se presentó en la empresa, fue interceptado por la Guardia Civil, que lo acompañó hasta el lugar de entrega, donde fue detenido el imputado.
El juez responsabiliza al hombre de los hechos y lo condena a dos años de prisión con inhabilitación especial para ejercer el derecho de sufragio pasivo durante el período de su condena por delito continuo de estafa. Además, deberá indemnizar a las empresas afectadas con una cantidad cercana a los 6.000 euros.
Como se señala en los hechos probados, durante la sesión no se pusieron en práctica pruebas suficientes para demostrar que la otra persona sabía cómo se haría creer a los proveedores que se habían realizado pagos o que participaron en la elaboración de alguno de los documentos probando el pago falso.
Existe un recurso de apelación contra esta sentencia.
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