Ahorre agua y electricidad sabiendo cuándo y cómo se consume y dónde se desperdicia. Este es el objetivo de un proyecto de un grupo de investigación de la Escuela Politécnica UEx. Desarrollaron un método para medir el consumo de energía en municipios rurales.
Dado el alto costo para los ayuntamientos de contratar un sistema de procesamiento de datos a gran escala, este proyecto propone un modelo de bajo costo.
Uno de los aspectos más sorprendentes es que utilizan fuentes externas para obtener los datos. “La información proviene de diversas fuentes, ya sea el Registro de la Propiedad, el Instituto Nacional de Estadística (INE), la empresa de suministro eléctrico, la empresa concesionaria de agua o la Agencia Estatal de Meteorología, entre otras. Por tanto, no es necesario adquirir sensores para recoger la información porque los datos ya están disponibles de múltiples fuentes, lo que hemos hecho es recogerlos y relacionarlos entre sí ”, explica Beatriz Montalbán, una de las investigadoras de la Universidad.
De esta forma, el equipo de investigadores de UEx (Beatriz Montalbán, Pablo Bustos, Marta Lucas, Sergio Barroso y Beatriz Muriel) creó un sistema de recolección y gestión de datos para reducir costos y lograr una mayor eficiencia. Comenzaron con el uso de electricidad y agua.
El trabajo se llevó a cabo durante un año y medio, gracias a un convenio entre la Universidad y la Diputación de Cáceres. En este primer convenio analizaron los consumos de luz y agua en la ciudad de Casar de Cáceres y en la Mancomunidad de Aguas de Ahigal y otros.
Una de las claves del proyecto es el estudio de las variables de consumo energético de los municipios y su entorno. Por este motivo, se ha desarrollado una plataforma donde se digitaliza la información y se pone a disposición de las administraciones implicadas.
A continuación, los datos se analizan y se ofrecen a través de una plataforma para que puedan ser consultados. Esta plataforma está creada por software de código abierto, lo que significa que no tiene licencia y por lo tanto no hay necesidad de pagar por ella. También es personalizable según las necesidades de cada municipio y muestra los diferentes parámetros de uso y funcionamiento de las redes municipales en forma de gráficos y tablas de datos.
Montalbán explica que el estudio se enmarca dentro de la denominada Agenda 2030, con el objetivo de reducir el consumo de recursos y promover la sostenibilidad energética.
«Queremos que los territorios sean inteligentes y autogestionados. El sistema está abierto, esto significa que los datos no son propiedad de nadie, no se pueden intercambiar. Cualquiera puede acceder a él y agregar más si lo desea. Para que la información pueda ser vista por todos, sean ciudadanos, empresas o ayuntamientos, y puedan utilizarla para cualquier actividad externa ”, dice la investigadora.
Muchas empresas privadas tienen información sobre hábitos de consumo energético, pero son relaciones cerradas, es decir, no todo el mundo puede consultarlas. Sin embargo, las administraciones están dispuestas a cooperar.
Tanto es así que el propio Ayuntamiento de Cáceres les ha concedido permiso para acceder a la información de las empresas eléctricas. Esto facilita su trabajo, porque tienen una gran cantidad de datos que luego simplemente transfieren a la plataforma.
anomalías
“Es un trabajo que es imposible de hacer a mano, cada casa o bloque de edificios tiene diferentes contratos de luz y agua”, dice el investigador. Con este sistema pueden administrarse por sí mismos. Dispone de alarmas que avisan cuando detecta averías, anomalías o alto consumo. La base de datos registra un promedio y detecta cualquier dato inusual «.
Está en marcha un segundo convenio con la Diputación de Cáceres, pero aún no se ha cerrado el tiempo que durará y las ubicaciones que se sumarán a la aplicación del sistema. Se pretende ampliar el estudio, no solo sobre electricidad y agua, y para estudiar otros campos como el turismo o la movilidad, depende de los intereses de los municipios.
La principal intención es intentar promover la vida en la calle. A continuación, intentarán analizar la movilidad urbana o la acumulación de calor en las ciudades por falta de zonas verdes o sombras.
Las nuevas ubicaciones que se incorporen al estudio contarán con un protocolo de instrucción para el uso de la plataforma, para que el sistema reciba retroalimentación.
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