En los últimos días ha comenzado la instalación de las cámaras inteligentes que blindarán el tráfico en el centro histórico y sus alrededores. El uso de estos dispositivos forma parte del proyecto Smartiago Innovative Public Procurement (CPI), que tiene como objetivo revolucionar la movilidad en la ciudad. En concreto, forman parte de un contrato adjudicado a la empresa austriaca Kapsch TrafficCom por 1.412.596 euros y financiado en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea.
Se instalarán un total de 31 cámaras, la mayoría de ellas dentro de los muros, pero también en otros puntos estratégicos de la red viaria de Santiago como Hórreo, A Senra, San Pedro, Xoán XXIII, As Rodas, San Roque o Plaza de Galicia . Exactamente en estos dos últimos lugares, como se aprecia en las imágenes que acompañan a estas líneas, ya se veían los postes en cuya parte superior se van a colocar los dispositivos. Las columnas son de tamaño considerable y, vistas paralelas a un edificio, alcanzan una altura de aproximadamente dos pisos. Tienen un informe positivo de la Comisión Asesora de Patrimonio Histórico, aunque su acabado lustroso ha suscitado críticas de partidos de oposición como Compostela Aberta, que han sido «incomprensibles» que el ayuntamiento sea mucho más exigente con vecinos y comerciantes en sus propios proyectos.
Los dispositivos podrán reconocer las matrículas de los coches así como su marca, modelo, color y tipo (bicicleta, moto, coche, furgoneta, camión, autobús …). También su altura, la presencia o ausencia de remolques y la empresa a la que pertenece en el caso de vehículos regulares para carga y descarga en Santiago. Si el auto es buscado por la policía, las cámaras pueden rastrear su ruta por la ciudad y usar las coordenadas GPS para transferirlo a un mapa para que pueda ser geolocalizado en cualquier momento.
Las cámaras que ahora se están instalando están diseñadas para solucionar los grandes problemas de tráfico en Santiago, que ahora se ven agravados por la avalancha de turistas Amantes de la playa que van a la capital por el mal tiempo en las zonas costeras y unas semanas antes del inicio del curso escolar. Los dispositivos están conectados a un centro de datos y alertan cuando detectan una situación peligrosa, como un evento masivo o un atasco, para que los conductores puedan evitar el área.
Los paneles de información, que se han instalado desde marzo y están destinados a dar a los conductores recomendaciones visuales de rutas, también juegan un papel fundamental en esto. No obstante, también sirven para proporcionar información en tiempo real basada en la situación del tráfico sobre cuántas plazas de aparcamiento libres hay en los garajes subterráneos, calles en las que hay trabajo o el tiempo restante hasta llegar a un determinado punto.
Smartiago también está pensando en instalar cámaras que controlarán el flujo de peatones en la zona histórica, la mayoría ya instaladas pero aún sin fecha para su puesta en servicio. Para poder realizar este paso se requieren algoritmos que permitan a las cámaras distinguir, por ejemplo, entre peregrinos y quienes no. El contrato para desarrollar estos algoritmos se licitó por 350.000 euros a principios de julio, y el Raxoi ya está en proceso de adjudicación.
Dado que las medidas contenidas en Smartiago son soluciones innovadoras, ya que no existe una tecnología comparable en el mundo, se espera que el ayuntamiento reciba el 10% del concepto. Tasas de licencia post venta a otras administraciones públicas.
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