Emilio Sánchez Mauriño acumula cinco condenas por asesinato, la más reciente en julio del año pasado por la muerte de fotos de un hombre en diciembre de 2016 en Don Benito, por lo que deberá cumplir 21 años de prisión. Desde ayer enfrenta otro cargo de homicidio en un juicio en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, en Mérida, por otra muerte violenta que le ocurrió a Don Benito en mayo de 2017, apenas cinco meses después de la mencionada anteriormente.
El fiscal pide para él y su hermano Manuel 26 años de prisión por participar en estos hechos, 25 años por asesinato y uno por posesión ilegal de armas. Hay otros dos familiares para los que el fiscal pide dos años y medio de prisión cada uno por encubrimiento.
Según la Fiscalía, alrededor de las 10:10 am del 23 de mayo de 2017, los hermanos Emilio y Manuel, en ejecución de un plan preconcebido, Acabaron con la vida de Ángel Musquiz, que en ese momento estaba en Plaza Cijara pasear a sus perros. Por ello, cree que está probado que utilizaron un arma de fuego larga, con la que habrían disparado a la víctima por la espalda, sin posibilidad de defensa y sin poder notar la presencia del imputado.
El golpe le provocó un agujero de un centímetro de diámetro en el costado derecho, así como otros dos centímetros en la espalda, lo que provocó su muerte casi de inmediato.
La fiscalía también estima que tras el tiroteo huyeron a Mérida para refugiarse en la casa de un familiar, mientras una sobrina se despojaba de los cartuchos del arma utilizada.
Miguel Ángel Sánchez, abogado de la Fiscalía Particular en representación de la esposa del fallecido, coincide en su relato con el ofrecido por la Fiscalía. También pide las mismas penas de prisión, a excepción de los dos familiares de los principales imputados, para quienes pide dos años de prisión en lugar de dos años y medio. En su opinión, «hay pruebas suficientes para acusar» a los cuatro acusados.
Ellos no quieren declarar
El juicio comenzó ayer con la formación del jurado, al final del cual se leyeron los informes de acusación y el alegato inicial de cada una de las partes.
Luego, la audiencia comenzó con el testimonio de los cuatro acusados. Sin embargo, todos hicieron uso del derecho a no declarar. Uno de los abogados defensores, José Duarte, señala que prefieren esperar al juicio para mostrar su versión de los hechos en el juicio de última palabra.
Según Duarte, la acusación se basa en el testimonio de dos testigos protegidos, uno de los cuales intervino ayer. En su opinión, ha sufrido varias contradicciones con respecto a sus primeras versiones, por lo que cree que «por ahora no hay pruebas en contra de los imputados».
Manuel y Emilio son hermanos de José Sánchez Mauriño, condenado a 43 años de prisión por la muerte de tres personas en el club de azafatas Tabarín de Don Benito en marzo de 2012.
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