BARCELONA, 1 de abril (EUROPE PRESS) -
La presidenta del puerto de Barcelona, Mercè Conesa, ha asegurado que están trabajando con las navieras para evitar que el puerto se convierta en un "cuello de botella" cuando lleguen los barcos afectados por el bloqueo del Canal de Suez.
La política dijo en una conferencia de prensa este jueves que los efectos se sentirán a partir del 3 de abril, cuando debía llegar el primer barco atrapado al sur del paso.
Conesa ha asegurado que la próxima semana será de baja intensidad, pese a afirmar que "hay que preparar a los estibadores para que la descarga y estiba se haga rápidamente".
Por ello, se está llevando a cabo un plan de emergencia con el fin de coordinar todas las terminales y asegurar la entrada y salida del tráfico terrestre desde el puerto.
Se espera que la actividad aumente en 15 días con la llegada tanto de los barcos que han decidido esperar la reapertura del canal como de los que han decidido circunnavegar África por el Cabo de Buena Esperanza.
“El Puerto de Barcelona está reprogramando todas las llegadas de barcos”, dijo Conesa, quien agregó que está trabajando con las terminales para que puedan cumplir con todos los requisitos que se imponen al normal funcionamiento de la infraestructura.
Con eso en mente, el arribo y número de barcos que atracarán en el puerto se posicionará de manera que "se logre el ancho máximo de los muelles y el número máximo de muelles para asegurar el atraque de todos los barcos", dijo el ejecutivo.
SIN CÁLCULO ECONÓMICO
Actualmente, el Port de Barcelona no ha podido cuantificar el impacto económico del bloqueo del Canal de Suez sobre las mercancías.
Conesa ha manifestado que el impacto dependerá de si las empresas y transportistas han contratado un seguro en caso de retraso, entre otros factores.
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