Un año más, en 2023, Cataluña siguió perdiendo más sedes de las que ganó, según el registro mercantil. En medio de la polémica por la propuesta de Juntos de Fomentar el regreso de las empresas que salieron con motivo del referéndum del 1-O y castigar a las que no regresan, Los datos siguen mostrando un resultado negativo. Estos contrastan con los de la la comunidad de madrid, que cerró el año pasado con un nuevo saldo positivo de 44, si bien es la autonomía en la que más sedes se reubican, pero también es la que más nuevas sedes atrae.
En los cuatro trimestres de 2023, Cataluña registra un total de 856 salidas y 696 llegadas, mientras que en Madrid la ratio se invierte: 1.623 salidas y 1.667 llegadas. Según el registro mercantil En el cuarto trimestre del año pasado, Andalucía con 127 y la Comunidad Valenciana con 101 se sitúan por detrás de Madrid y Cataluña, que lideran las sedes en cuanto a salidas se refiere.. En cuanto al balance entre entradas y salidas, destaca Madrid con 27, seguida de Canarias y la Comunidad Valenciana, ambas con un saldo de 10. Por el contrario, Cataluña tiene un saldo negativo de 52 empresas, por seguida de lejos por Navarra, con 15 empresas menos.
Desde octubre de 2017, se han marcado de Catalunya casi 5.500 sedes, si bien el saldo, es decir la diferencia entre las que se fueron y las que vinieron es una pérdida de más de 2.600. En el caso de Madrid, el balance es positivo en 1.776, tras compararse la marcha de más de 6.600 sedes durante este periodo de tiempo con el desembarco en esta comunidad de más de 8.400.
Esta es una cuestión que sigue preocupando al mundo empresarial, aunque no se ha traducido en la marcha de sedes operativas, pero sí en la pérdida de juntas de accionistas o consejos de administración. Desde el mundo de la empresa consideran importante atraer de nuevo sedes que se marcharon, pero sin coacciones.
También Foment del Treball ha hecho de esta cuestión un de sus principales retos. en una entrevista en EL PERIÓDICO, su presidente, Josep Sánchez Llibre, afirmó que «una política fiscal como la de Madrid o la de València haría más atractivo que volvieran las empresas». También afirmó que «no debe haber ni medidas coercitivas para que vuelvan, ni tampoco incentivos. Las empresas volverán cuando realmente se den las condiciones políticas y económicas idóneas. Lo que pasa por normalizar plenamente la relación entre el Gobierno y la Generalitat y que quede descartada plenamente una declaración unilateral de independencia».
En relación con la propuesta de Junts de penalizar a las empresas que no regresen, el Govern, de ERC, lo ha descartado. La Conselleria de Economia admite la pérdida de sedes, pero no se ha cansado de reiterar que entre 2017 y 2022, salieron de Madrid hacia otras comunidades más empresas que en Catalunya, pese al alud del ejercicio del referéndum. A su vez destacan que el saldo neto de creación de empresas en Catalunya desde 2013 supera a Madrid. A diferencia del partido de Carles Puigdemont, el Ejecutivo de Pere Aragonès opina que dar incentivos fiscales a estas empresas sería un error porque «penalizaría» a las compañías que no se fueron. «Ni se contempla ni se ha contemplado nunca. Rotundamente, no», dijo la portavoz del Govern, Patrícia Plaja.
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