Tussío, el vino blanco del Cantábrico que soñó con el Txakoli. ser - estar

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  • Apellido: tío
  • negocio: Miradorio
  • Nada: 2020
  • Tipo de vino: blanco
  • Diversidad: Albariño y hondarribi zuri
  • Región (DO): VT Costa de Cantabria
  • Raza: 3 meses con levadura.
  • Alcohol: 11,5% vol
  • Formato: 750 ml
  • Saboreo: Fresco, aromático, con notas saladas y acidez equilibrada.
  • Precio: 9 €
  • Caja registradora: www.miradorio.com

Tussio, Bodegas Miradorio.

Tussio, Bodegas Miradorio.

Fresco y aromático, con una nota salada y una acidez adictiva. Así se crea este vino blanco y sus variedades hondarrabi zuri y Albariño, que supone una revolución en la indicación geográfica protegida de la costa cantábrica y que sorprende desde el primer sorbo.

Tussío 2020 es el niño mimado de Bodegas Miradorio, uno de los pocos proyectos vitivinícolas de la costa cantábrica incluidos en el IGP que nació en San Sebastián en una mesa con una botella de Txakoli recién descorchada.

Perdidos en su mirada en los imponentes viñedos de Getaria, Gabriel Bueno y Esther Olaizola se propusieron replicar el mismo concepto de vinos atlánticos en Cantabria, donde no hay bodegas con viñedos directamente sobre el mar, sino tradición vinícola desde el siglo XIX. Miradorio es el proyecto de cinco amantes del vino que quisieron revivir este legado.

Pero para eso primero había que buscar un lugar en Cantabria que tuviera todas las cualidades. Y Ruiloba, un pueblo de pescadores rodeado de costas salvajes y anclado entre los núcleos turísticos de Comillas, San Vicente de la Barquera y Santillana del Mar, era el lugar perfecto para plantar Godello. Riesling y los dos que recogen la esencia de la costa cantábrica desde Galicia hasta el País Vasco: el mundialmente famoso Albariño y el discreto hondarrabi zuri, Basado en txakoli.

Bodega Miradorio en Ruiloba.

Bodega Miradorio en Ruiloba.

Javier Rosendo

Estos últimos, conociendo el clima atlántico, se han adaptado especialmente bien a la fuerte influencia del viento del norte y a la ferocidad que arrastra el mar (a menos de 300 metros de la bodega), lo que confiere a los vinos una salinidad y acidez difícil de conseguir. otros lugares y les confiere la peculiar “personalidad cántabra” que se valora en Tussío.

Los acantilados a 20 metros del mar, con pendientes de hasta el 35%, sobre los que se ubican las 7 hectáreas de parcelas montañosas de Miradorio, confieren a la singularidad de estos vinos una vinificación heroica, a veces arriesgada. Pero el esfuerzo y el cuidado extremo se ven recompensados ​​con una excelente calidad e intensidad de la uva, que supera las insuficiencias de la región con matices más refrescantes y aromáticos.

Sala de fermentación Bodega Miradorio.

Sala de fermentación Bodega Miradorio.

Javier Rosendo

“Cuando las olas rompen durante las tormentas del Atlántico, el viento transfiere esa salinidad a las variedades y aporta toda la esencia marina que buscamos para nuestros vinos”, comentan Bueno y Olaizola. "Llevar el mar a nuestros viñedos es el espíritu que inspira cada paso y nuestro premio".

Todos estos factores hacen que Tussío, sin duda el vino más desenfadado de la bodega, sea fresco y aromático en boca y desarrolle un carácter propio, que combina fruta con acidez controlada y que inevitablemente te hace salivar y dar ganas de otra copa. .

Exterior de la Bodega Miradorio en Ruiloba.

Exterior de la Bodega Miradorio en Ruiloba.

Javier Rosendo

Maridajes recomendados para Tussío 2020

La personalidad de este vino de Bodegas Miradorio se convierte en una interesante oferta gastronómica. Un vino blanco que resulta ideal como aperitivo, marida a la perfección con pulpo o marisco, o incluso es una excelente opción para compensar la grasa en recetas tradicionales como el puchero de montaña.

Recetas para armonizar este vino blanco de Cantabria


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