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Las reuniones de jóvenes que beben sin distancia ni enmascaramiento han sido desde que finalizó el estado de alarma el 2 de agosto.
Gran parte del público nocturno se ha trasladado a las discotecas barcelonesas del Born, Barceloneta y Arc de Triomf.
Estos barrios han recuperado parcialmente la calma, aunque siguen sufriendo el ruido y las malas condiciones sanitarias de las habituales botellas.
El brote juvenil por el fin del estado de alarma (y consecuentemente el toque de queda en algunas comunidades) fue generalizado y golpeó a Barcelona en forma de grandes botellas y aglomeraciones nocturnas. Desde la medianoche del 8 al 9 de mayo las reuniones de Los jóvenes beben en la calle sin distancia social ni máscara Han sido constantes todos los viernes y sábados durante casi dos meses. Algo que ha decaído con la reapertura de la vida nocturna.
En la ciudad de Barcelona, el número de botellas ha disminuido significativamente por primera vez desde entonces y ha sido acertado el primer fin de semana que se permite la apertura de discotecas y otros locales de este tipo en Cataluña. Gran parte del consumo de música, baile y alcohol se ha trasladado desde Passeig del Born, Playa de la Barceloneta o Arc de Triomf a establecimientos como Pacha, Opium o Carpas Palm Beach.
Si bien el Arc del Triomf ni siquiera registró un solo Spree en la noche de sábado a domingo, El Born y Barceloneta han aceptado grupos en ambas áreas que son reacios a salir de la vía pública. Sin embargo, la disminución en el número de jóvenes reunidos en violación de las medidas de seguridad de Covid-19 ha hecho posible que ambos barrios sólo parcialmente volver a descansar antes del final de la alarma, ya que siguen culpando al ruido y la insalubridad de las habituales botellas.
La mayoría de celebraciones se han trasladado desde el Born, Barceloneta y Arc de Triomf hasta Pacha, Opium o Carpas Palm Beach
Aunque el operación conjunta de Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana sigue activo, para evitar las pocas celebraciones registradas, el Ayuntamiento de Barcelona ha dejado de informar del número de personas desplazadas en estas áreas metropolitanas. Muchos de ellos siguen siendo turistas franceses que aprovechan la proximidad de la ciudad para divertirse de formas que no pueden en el país galo.
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