Las investigaciones arqueológicas realizadas en el exterior del castillo de A Roche Forte han descubierto parte de un complejo sistema defensivo diseñado para proteger la entrada principal de la fortaleza. El pasado mes de noviembre se ubicaron dos tramos del muro, uno de ellos con torre redonda empotrada; y dos trincheras.
La obra, financiada por el Ayuntamiento a través de la Oficina de Rehabilitación de la Concellaría de Urbanismo, Vivenda, Cidade Histórica e Acción Cultural, se enmarca dentro del programa EDUSI (Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado), del cual el 80% está cofinanciado por FEDER europeo.
Después de más de una década de investigación, la mayoría de sus restos han sido descubiertos. Hoy se aprecia gran parte del sector principal, de planta cuadrada, aunque ha sido modificado en un extremo por las vías del tren, con dos muros defensivos concéntricos y una torre tributo en su centro.
La búsqueda de una tercera pared, ya citada en documentos antiguos, se inició a finales de 2019 mediante un levantamiento geofísico con tomógrafo de resistencia eléctrica. Este trabajo del geólogo Óscar Pazos y la arqueóloga Mª José Bóveda dio lugar a diversas anomalías que fueron interpretadas como parte del sistema de defensa exterior del castillo. Con esta información, dijo Raxoi, «continuaré con la actual campaña de investigación que lidera el arqueólogo Mario César». “Los resultados de esta intervención confirmaron la existencia de un muro dunha con torre circular en el lateral y trincheras a ambos lados, así como otras estructuras (muros, canales, etc.)”, subrayan desde el cabildo.
Teniendo esto en cuenta, en los últimos días se han encontrado nuevos tramos de este tercer muro, según ha afirmado el presidente de la Asociación Cultural Rocha Forte, Carlos Delgado, quien «destaca el valor histórico y patrimonial de los restos del castillo, que datan del siglo XIII y que hicieron de esta fortaleza una de las más importantes de Galicia con la función de controlar y vigilar todas las carreteras que partían de los principales puertos de Santiago: Padrón, Noia o Pontevedra ”.
El Castillo de A Rocha Forte fue una de las residencias del Arzobispo de Santiago y un puesto de control militar y fiscal en el sur de la ciudad. Asimismo, desde hace poco más de 200 años, «no hay contexto loitas entre la burguesía y la nobleza secular frente al poder arzobispado, la fortaleza sufrió varios asedios». Finalmente, en 1467, en tiempos del arzobispo Alfonso II.
Uno de los proyectos del Ayuntamiento de Santiago es la creación de un parque arqueológico en la zona, que reúna todos estos testimonios de la historia de Compostela a través de una pasarela peatonal.
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