El presidente andaluz asegura que es su voluntad agotar el período legislativo, que técnicamente finaliza en verano
No antes de junio ni después de octubre. En Andalucía se celebran elecciones autonómicas entre estos meses, a excepción de julio y agosto, que están vetados. Así lo afirmó el presidente del Consejo de Administración, Juanma Moreno, en una entrevista concedida a la televisión pública andaluza.
Moreno reiteró que era su voluntad agotar la legislatura, pero dejó claro que técnicamente termina en verano, pues agosto no es un mes laboral en el parlamento. Si las elecciones tuvieran lugar en noviembre, como estaba previsto en el calendario original, la Cámara tendría que ser disuelta en septiembre para que la actividad parlamentaria se redujera al mínimo a partir de ese mes.
Al presidente se le preguntó si mayo era un buen mes para celebrar las elecciones y respondió que octubre también podría serlo. También mencionó junio, el preludio del verano, cuando la gente «ve las cosas de manera diferente» con días más largos y mejor clima. Todo está abierto, aseguró, aunque dijo que junio y octubre son los meses más probables para que se celebren las elecciones.
Sin embargo, dejó claro que todo dependerá de las circunstancias, especialmente de cómo evolucione la pandemia. «No sabemos qué va a pasar», explicó, «cuando se presenta una pandemia muy grave, todavía es necesario prepararse y tener más fuerzas para enfrentarla, o demorar para perseverar y enfrentarla».
Moreno aseguró que no tenía ningún interés en promover la disolución de la cámara y la convocatoria a las urnas, porque «cuando eres presidente, quieres ser presidente más tiempo para hacer más».
Independientemente de la fecha de las elecciones, la Junta de Andalucía no tiene intención de cambiar su agenda parlamentaria ni de agilizar la tramitación de las leyes pendientes.
El presidente dijo que tenía un partido «unido y emocionado» para las próximas elecciones y que había salido con mucha fuerza del último congreso regional de Granada. Con esto en mente, ha insistido en que su objetivo de cara a las próximas elecciones es construir una nueva mayoría en Andalucía «desde la zona moderada de la sociedad» y conseguir resultados que le permitan entrar en «pactos específicos» con otras fuerzas políticas para gobernar. solo.
Advirtió, sin embargo, que no cometería el error de subestimar a sus oponentes, especialmente al PSOE de Andalucía, que considera una máquina electoral engrasada, arraigada en la comunidad y con gran peso institucional, habiendo representado al 70 por ciento de la población andaluza. Municipios gobernados y en seis de los ocho consejos distritales. «Aquí no se gana nada y hay que trabajar hasta el último día», dijo, aunque dijo que el secretario general socialista Juan Espada se encontraba en una situación de debilidad interior y que su liderazgo aún no estaba firmemente asentado.
El mandatario insistió en la pizca de que los socialistas y Vox, aseguró, desgastarían al gobierno andaluz, lo que creyó quedó claro cuando unieron fuerzas para recortar presupuestos. Para Moreno, ambos partidos han dejado claro que solo piensan en sus siglas, en sus propios intereses y en sus tácticas electorales.
En este sentido está convencido de que PSOE-A y Vox tienen «coincidencias tácticas y electorales», ya que ambos quieren «reventar, erosionar y limitar» las acciones de su gobierno. Destacó la «coincidencia» que existe en los discursos de ambas formaciones sobre distintos temas debido a su «mordaz y aguda crítica» al ejecutivo andaluz.
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