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José Carro Otero vivió siempre al servicio de Galicia. Demostró su innegable compromiso con su país en el campo de la medicina, pero también como promotor de la cultura gallega en el mundo. Quienes recuerdan este período aseguran que el presidente de la Academia de Medicina fue un gran embajador de Galicia que logró impresionar a todos los asistentes con su extraordinario saber y oratorio. De la mano de Manuel Fraga tuvo el privilegio de mostrar el legado artístico de Compostela a las más altas autoridades extranjeras.
Por ejemplo, él mismo recordó muchas anécdotas de su paseo con el comandante Fidel Castro por las calles de Santiago. Uno de los hechos más impactantes ocurrió en la Rúa do Vilar cerca del casino, informó en declaraciones recientes a EL CORREO. Algunos fanáticos no dudaron en lanzarle un ramo de flores a Fidel desde el balcón de su casa. «Los guardaespaldas pensaron que podría ser una bomba, y luego uno de ellos saltó tremendamente y golpeó la rama para distraerlo y no golpear al comandante», dice el Dr. Carro. Sin duda, Compostela perdió a uno de sus hijos más famosos, recuerdo vivo de la ciudad.
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