Aguirre reconoce problemas con servicios básicos y acusa a la oposición de rechazar presupuestos

La comisión parlamentaria de salud, convocada a petición de los partidos partidarios del Gobierno como alternativa al pleno extraordinario propuesto sin éxito por el PSOE, se ha desarrollado este viernes en un ambiente de enfrentamiento donde los grupos políticos intercambiaron alegatos y se mostraron distantes de cualquier posibilidad de acuerdo El ministro de Salud y Familia, Jesús Aguirre, reconoció que los servicios básicos, que han sido foco de críticas de la oposición, atraviesan momentos difíciles, pero acusó a esta última de negarse a aprobar el presupuesto, donde creía clave, para solucionar buena parte. de los problemas

Aguirre también disparó sus flechas contra el gobierno central, llegando a reiterar que la junta no solo debe luchar contra la pandemia, sino también contra los grupos de oposición y el gobierno de Pedro Sánchez.

Uno y otro plantearon escenarios diametralmente distintos, y la provisión de fondos fue uno de los que acapararon buena parte de la polémica. Mientras Jesús Aguirre aseguraba que la junta está afrontando las inversiones necesarias para luchar contra la pandemia sin que el Gobierno le envíe los recursos necesarios tras la supresión de los fondos Covid para este año, tanto el PSOE como Unidas Podemos remitieron a Can sobre datos del Departamento del Tesoro para asegurar que el La Junta ha cerrado el ejercicio con un superávit de 2.600 millones de euros. “Ganaron dinero con la pandemia durante dos años, terminaron dos años con superávit”, dijo la portavoz de Unidas Podemos, Inmaculada Nieto, quien recomendó al asesor reconsiderar el argumento de que falta un fondo Covid. La vocera socialista Ángeles Férriz, por su parte, aseguró que el proyecto de presupuesto, que fue rechazado por el voto en bloque de toda la oposición, no prevé más dinero y además da pie a argumentar que hay un exceso. También acusó a Aguirre y a los portavoces del PP y Ciudadanos de buscar enemigos externos para mantener en un segundo plano lo que él ve como un déficit de gestión. «Los problemas se solucionan echando la culpa al anterior Gobierno ya Pedro Sánchez. Hoy no han salido los independentistas pero van a salir en cualquier momento», ha dicho con ironía.

La portavoz socialista acusó al Gobierno andaluz de destrozar la salud pública durante tres años y advirtió que el problema se está saliendo de control. “Les saldrá de los oídos la indignación, la desesperación y el miedo, no saben por lo que está pasando la gente”, dijo la vocera, quien acusó a la junta de gastar en la salud privada lo que no invierte en la pública.

Por su parte, Nieto desestimó las cifras de aumentos de personal en salud argumentadas por el gobierno, asegurando que el sistema de salud hoy no tiene más personal, como argumenta el gobierno, porque en esas cifras están los contratos de quienes reemplazan a quienes son porque de Covid están de vacaciones o de baja por enfermedad. “La cobertura de accidentes no es un aumento de personal”, enfatizó, “el sistema está peor que nunca”.

Vox también criticó duramente a la junta directiva, pero con argumentos muy diferentes. Su portavoz, María José Piñero, enfatizó el rechazo al pasaporte Covid y criticó lo que consideró una actitud agresiva de la administración hacia los no vacunados. «Nos vendieron para salir de ahí con la vacuna y estamos igual que al principio», dijo tras acusar a la Junta de Andalucía de ser «negacionistas» por negar la mala situación sanitaria de Andalucía.

El consejero ha explicado que «uno de los efectos de esta sexta oleada fue la gran tensión en atención primaria provocada por la gran cantidad de contagiados con facilidad, la necesidad de tramitar bajas laborales para un gran número de ciudadanos, la falta de test en España a partir de antígenos , el incremento de pruebas diagnósticas para Covid y el aumento de enfermedades respiratorias no Covid.

Para Aguirre, hubo dos factores que conspiraron para hacer frente a la sexta ola, la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de suprimir el fondo extraordinario para luchar contra la pandemia y la decisión de una mayoría parlamentaria apoyada por PSOE, Vox y Unidas Podemos formada voluntad no aprobar los presupuestos para 2022 “que habrían permitido destinar 12.900 millones de euros a la sanidad pública andaluza, es decir, 1.128 millones de euros más que el año anterior”.