Agentes adscritos a la Policía Judicial de Mérida tomaron temporalmente el control de la Brigada de Estupefacientes de la Policía Nacional extremeña capitalina para cubrir las vacantes que surgieron tras la detención de los cinco agentes que integraban este grupo de investigación.
La Jefatura Superior de Policía de Extremadura ha explicado que esta medida sirve para llenar el vacío provocado por la detención de todos los integrantes de este colectivo, acusados de colaborar con una organización de narcotraficantes con sede en la provincia de Badajoz.
Estos cinco arrestos se produjeron el martes de la semana pasada y el viernes se ordenó al Juzgado de Educación No 3 de Mérida encarcelar a cuatro de los cinco funcionarios.
Cuando la Unidad de Asuntos Internos de la Policía del Estado los puso a disposición del juez, solo uno de ellos respondió a las preguntas que se le plantearon. Fue el policía que ingresó a la unidad en febrero y sus respuestas fueron consideradas por la Fiscalía, que exigió su liberación por cargos, decisión adoptada este viernes por el juzgado de instrucción. No sucedió lo mismo con los otros cuatro sospechosos. Todos se negaron a responder al interrogatorio y el fiscal pidió que fueran enviados a prisión, medida acordada por el tribunal.
Lo sucedido puso en graves problemas a la Comisaría Nacional de Mérida, que inesperadamente se quedó sin el grupo de investigadores dedicados a perseguir los delitos de narcotráfico en su área de actuación.
Para cubrir temporalmente a estas víctimas, la comisaría ha encargado investigaciones sobre estos hechos a su grupo de policía judicial, pero la intención es ofrecer esos puestos a los agentes destacados en Mérida para que se sumen los que lo deseen. De esta forma, se reactivará el grupo, que tendrá que empezar casi de cero ya que todos sus integrantes son investigados por multitud de delitos, entre ellos corrupción, revelación de secretos, infidelidad en la custodia de documentos, tráfico de influencias, omisión de perseguir delitos y encubrir.
En relación con este caso, el Juzgado de Primera Instancia y Educación de Mérida Número 3 decretó la detención provisional sin fianza de estos cuatro agentes y la liberación del quinto policía. También liberó la liberación de otros cinco sospechosos en esta demanda, quienes fueron liberados a pesar de que sus pasaportes fueron retirados y obligados a comparecer ante el tribunal cuando se les llamó.
La Corte Suprema de Justicia de Extremadura indicó este viernes que policías están acusados de delitos contra la salud pública, pertenencia a una organización delictiva y falta de persecución de los delitos.
Por su parte, el Juzgado de Educación Número 1 de Torrevieja decretó que seis de los ocho detenidos, incluida la Guardia Civil de La Garrovilla, que habían sido detenidos en este operativo, ingresen en prisión provisional, comunicados y sin fianza. Otros dos han sido puestos en libertad provisional por cargos.
Luego de estos hechos, son abundantes los mensajes de apoyo que ha recibido la Jefatura de la Policía Nacional de Mérida por la labor realizada. Estas comunicaciones coinciden en la necesidad de seguir adelante con la investigación, pero valoran el trabajo realizado en su conjunto por los agentes estacionados en Mérida.
En la tarde de este lunes los cuatro policías que entraron en el penal de Badajoz fueron trasladados al penal de Estremera (Madrid), donde existe un formulario para agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, policía local y guardias de seguridad que se encuentran inmersos en causas judiciales. .
El traslado está justificado porque en Badajoz no existe un formulario separado del resto de detenidos que evite el contacto de los agentes con otros detenidos que pueden haber acabado en prisión por operaciones en las que participaron.
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