La Consejería de Igualdad, Política Social y Mediación y diversas entidades bancarias con representación en Andalucía han firmado un convenio marco para trabajar conjuntamente en la mejora de la atención a las personas mayores y reducir la brecha digital a la que se enfrenta este grupo demográfico. El Consejo de Administración ha señalado en un comunicado que se trata de la primera iniciativa de estas características desarrollada en España, que incluye compromisos concretos de las empresas para implicarse en aspectos como la mejora de la educación financiera de este colectivo.
“Desde la Consejería entendemos que es nuestra responsabilidad fomentar la actuación para paliar los problemas económicos a los que se enfrentan nuestros mayores y estos convenios son el mejor ejemplo de esa unidad de la sociedad para actuar de forma amable y promover los trámites con las personas mayores”, ha señalado. señaló Los convenios marco han sido suscritos por Caja Rural del Sur, Cajasur Kutxbank, Unicaja, Banco Santander, Caixabank, Ibercaja y Banco Sabadell. Tras los trabajos preparatorios iniciados en junio de 2021, todas las unidades, junto con la oficina de Sevilla del Banco de España, se sumaron a la mesa de trabajo impulsada por el ministerio en el marco de la elaboración del primer plan estratégico integral para las personas mayores, que afronta las dificultades de acceso Se tratan diversos trámites bancarios a los que se enfrentan los usuarios mayores de 65 años.
La ministra ha calificado esta mesa de «histórica» porque ha sido la primera reunión en los últimos 12 años donde coinciden todas las entidades. “Hoy en día, la edad es un obstáculo en una sociedad cada vez más digitalizada que exige cada vez más conocimientos en este campo. Sin olvidar que la discriminación por edad que trae esta situación es también un tipo de discriminación que todo gobierno debe combatir”, subrayó Ruiz.
desafío futuro
La titular de Igualdad ha explicado que las personas mayores en Andalucía “ya han hablado en varias ocasiones de la dificultad para acceder a algunos trámites y la sensación de exclusión del mundo digital en su día a día”, por lo que “queríamos avanzar y con Entidades para dialogar en busca de soluciones». En este sentido, valoró el «compromiso de estas entidades por ofrecer una respuesta personalizada y de calidad a este grupo de población».
Ruiz ha destacado “la sensibilidad” de los bancos para buscar iniciativas de mejora y atención preferente a las personas mayores, que suponían el 21,93% de la población andaluza mayor de 18 años en 2021 y llegarán al 36% en 2040.
“Este es un reto de futuro y por tanto urge que tanto las administraciones públicas, las instituciones y la sociedad en general se pongan manos a la obra cuanto antes para cubrir estas necesidades”, ha subrayado la consultora, que además, preveía este tipo de medidas. supondrá un avance «importante» para mejorar la reputación y la confianza de los usuarios más antiguos en sus bancos de referencia.
En este sentido, los contratos marco recogen que el proceso general de digitalización ha creado una brecha digital que dificulta el acceso de las personas mayores a determinados trámites, “haciendo más necesaria que nunca la colaboración público-privada y la implicación de los grupos de interés”. ofrecer una solución individualizada económica y socialmente que combine el apoyo personal y la formación y frene el sentimiento de exclusión del sector financiero”, ha afirmado la ministra de Industria.
Ha explicado que la consecución de estos convenios marco radica en que “se asumen compromisos tanto de la banca como de la Junta de Andalucía, que reconoce la importancia de implicarse en la reducción de esta brecha digital para atender a un colectivo muy amplio”. “No es un simple protocolo de intenciones, sino que hacemos compromisos específicos relacionados con la educación financiera, cuyos detalles de ejecución se desarrollarán en acuerdos específicos posteriores”, agregó.
didáctica de los entornos digitales
Así, el acuerdo marco establece el desarrollo de actividades docentes y formativas sobre operaciones financieras básicas en el entorno digital, desde retiradas de efectivo hasta consulta de saldos, operaciones a través de aplicaciones móviles o webs y similares.
Este proceso de formación se lleva a cabo en los Centros de Participación Activa (CPA) de la Junta, que cuentan con más de 460.000 empleados en toda la región, así como en los centros residenciales de mayores gestionados por el Ejecutivo andaluz. Para ello se utiliza el material formativo de las entidades según los principios del “Código de Buenas Prácticas” elaborado por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Los establecimientos también se comprometen, de acuerdo con los procedimientos y procesos internos que tengan establecidos, a mantener una atención personalizada constante ya desarrollar procesos de comunicación adaptados al perfil de sus clientes mayores. Asimismo, pueden contribuir al desarrollo de herramientas que faciliten el acceso universal al efectivo independientemente del lugar donde vivan, así como prácticas que se adapten a las características generales de las personas mayores y se centren en facilitar su inclusión.
Ruiz ha destacado que iniciativas en este sentido ya se han llevado a cabo junto con la Agencia Digital de Andalucía (ADA), organismo adscrito a la Consejería de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior, como la aplicación tecnológica del Sur desarrollada recientemente junto a Caja Rural y Vodafone acercarán las sucursales bancarias a las zonas rurales a través de la atención presencial remota.
primer plan estrategico
Los acuerdos firmados con la banca forman parte del primer plan estratégico integral para las personas mayores 2020-2023. Una iniciativa que “llega 20 años después de que la ley lo mandase”, ha subrayado Ruiz, y está dotada con 164 millones de euros, “para desarrollar estrategias transversales que permitan a nuestros mayores seguir siendo un bien social, seguir viviendo plenamente de participar en vida y tener acceso a recursos públicos de calidad.
Esta hoja de ruta, que también hace hincapié en la prevención de la dependencia y la preservación de la mayor autonomía posible de las personas mayores mediante la apuesta por un modelo desinstitucional, para que estas personas puedan elegir cómo y dónde quieren pasar este periodo de la vida y tengan las recursos a su disposición. También incluye medidas para prevenir abusos, concienciar sobre la vulnerabilidad o defender los derechos de las personas mayores LGBTI.
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