Madrid afronta una transformación urbanística histórica con Madrid Nuevo Norte y Valdecarros

La ciudad de Madrid afronta a día de hoy una de las mayores transformaciones urbanísticas de su historia reciente, con dos desarrollos llamados a redefinir el mapa residencial y económico de la capital: Madrid Nuevo Norte y Valdecarros. Mientras el primero, al norte, levanta un nuevo distrito de negocios en torno a Chamartín que cuenta con 10.500 viviendas, el segundo, en el sureste, proyecta el mayor ámbito residencial de España, con más de 50.000 pisos proyectados y amplias zonas verdes que extenderán la ciudad más allá del distrito de Villa de Vallecas. Juntos, estos proyectos dibujan la nueva frontera del urbanismo madrileño, entre el 'skyline' financiero y la gran reserva de vivienda asequible que reclama el mercado.
En palabras de Miguel Hernández, director de Estrategia de Crea Madrid Nuevo Norte, la antes conocida como Operación Chamartín “va a transformar la ciudad y va a llevar a cabo una expansión del siglo XXI que va a mover el centro de la ciudad”. Explica que “la ciudad se acerca a Chamartín, que pasa a ser la cabecera de la velocidad nacional, lo que supone que alguien puede estar a dos horas y media de cualquier punto de España e ir a trabajar a la oficina”. Hernández asegura que Madrid Nuevo Norte “es una realidad que en el primer trimestre del año que viene empezamos a urbanizar”.
Del norte al sur, el pensamiento coincide. Luis Roca de Togores, presidente de Valdecarros, señala que este desarrollo del sureste representa “un tercio del conjunto de la oferta adicional que va a poner Madrid en el mercado en los próximos 15 años”, lo que les da “un papel significativo en la vivienda en Madrid”. Para Roca de Togores, este conjunto va a suponer “una contribución a la accesibilidad a la vivienda a través de un impacto muy fuerte en la oferta y una contribución a cómo hacer una ciudad más cercana y más amable”.
Precisamente de vivienda asequible, ambos destacaron el papel de sus desarrollos como respuesta a la acuciante demanda que existe actualmente en el mercado. Aunque están convencidos de que no va a ser una solución a todo el problema, sí que pretenden que sea un alivio a la tensionada situación que sufre hoy el precio de la vivienda, sobre todo en una gran ciudad como Madrid. Hernández señala que, “en Madrid Nuevo Norte, el 38% de todas las viviendas que hay, casi 4.000, se van a destinar a políticas de promoción pública”, un aumento de suelos urbanos destinados a promoción social que aumentan de un 10% que marca la ley autonómica a un 20%. Por su parte, Roca de Togores pone de relieve, en este punto, el papel de las administraciones, ya que destaca que en este desarrollo del sureste, en total, entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento cuentan con 20.000 viviendas del total que se edificarán Valdecarros y detalla que “el juego que tengan ellos va a ser fundamental para el desarrollo del conjunto”.
Crear un entorno con nuevos espacios

Pero sin duda el cambio de paradigma de las ciudades del siglo XXI es que los ciudadanos ya no solo buscan una casa. Hernández expone que “el urbanismo cambia muy deprisa y no es lo suficientemente flexible para pensar que la sociedad del siglo XX, que estaba muy centrada en la separación vida-trabajo, posibilita que en el siglo XXI se mezclen”. Esto explicaría que actualmente el perfil de comprador, según Roca de Togores, sean jóvenes “que buscan mejores espacios, vivienda asequible, terrazas, mejores espacios y, sobre todo, servicios”.
También las empresas tienen sus propias condiciones ya que “no solo te piden poder trabajar adecuadamente, sino que te piden unos entornos que sean adecuados en espacios públicos, servicios, movilidad, y acceso a transporte público”, aclara el representante de Madrid Nuevo Norte. “Nosotros lo que nos hemos preocupado es de preparar todo para que con los años, como pasará, la ciudad pueda transformarse, los edificios puedan ser reutilizados y, de alguna manera, se vayan absorbiendo todos los ciclos de demandas sociales que el mercado tendrá que recoger”, destaca Hernández.
A este respecto, Roca de Togores habla de la importancia de la movilidad sostenible. Presume de que “Valdecarros está ya integrado en la ciudad de Madrid”, ya que es uno de los pocos desarrollos urbanísticos que cuenta con una línea de metro, y pone de manifiesto la futura previsión de incorporar otros medios de transporte como el autobús de tránsito rápido (BRT), que contará con “prioridad semafórica y que consigue más o menos en superficie una velocidad como la del metro subterráneo”. “Esto es una ganancia para los usuarios muy importante ya que tenemos incorporada la organización de las calles teniendo en cuenta esta situación desde el origen”, manifiesta.
Otro asunto que aborda a este respecto es la organización de las pendientes. “Se habla mucho de andar, de desplazarse en bicicleta, del patinete, pero la clave de todo son las pendientes”. En este punto, apunta que Valdecarros “ha hecho un barrio donde casi el 90% de las calles tienen un 3% de desnivel” con el objetivo de que “la gente de verdad pueda desplazarse de manera sencilla y fácil”.
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