Ana María y Teresa le ponen cara a los números. Estas son dos de las 59,104 personas que esperan la llamada de SES. 21.924 están en lista para ser intervenidos y 37.180 para ser asistidos por un especialista en su consulta.
Ana María vive al lado del teléfono por si sonó para alertarla de la operación debido a sus complicaciones con la estenosis lumbar, que es un estrechamiento del canal espinal. Y los anestesiólogos deben darle a María Teresa un tratamiento que reduzca su dolor causado por la espondilolistesis, una enfermedad degenerativa.
Sin embargo, para otros como Juan Soriano, 69 de Badajoz, la espera ha terminado. Después de cuatro meses, este domingo fue operado de cataratas. «Con la pandemia parece que todo se ha retrasado un poco», dice. «Aun así, no tomó mucho tiempo», dice.
SCA no puede decir lo mismo, prefiere no decir su nombre ni dar la cara, pero quiere que se conozca su historia. Sufre de fibromialgia y después de varios años con dolor lumbar y varias visitas médicas, le diagnosticaron una hernia de disco. “Fue complicado porque, en el momento en que ven que tienes fibromialgia, en muchos casos lo relacionan con la enfermedad”, se queja.
Lo operaron en febrero de 2020, pero el dolor volvió y en diciembre de 2020 le dijeron que lo tenían que volver a operar. “He esperado desde entonces y ya han pasado 11 meses. El 29 de noviembre fui citado a Traumatología, pero no sé qué va a pasar ”, añade.
El servicio de Traumatología del SES es el que acumula más lista de espera, con un total de 5.915 pacientes, según el último informe publicado por el Ministerio de Sanidad en junio de 2021.
Pero no es la única especialidad en la que también esperas meses e incluso un año. La hija de un paciente que no quiere revelar su identidad lo sabe muy bien. “Tienen que operar el riñón de mi madre, pero no la llaman. Llevamos muchos meses esperando. Hicieron el preoperatorio, pero aún no ha llegado el día de entrar al quirófano y está empeorando cada vez más ”, dice.
En su caso, la espera se debe a la presión del servicio de Urología, que suma 2.102 personas a su lista de espera. La especialidad de Traumatología, Oftalmología (4.540) y Cirugía General y Digestiva (3.182) la superó.
Con menos expectativa que Extremadura, hay Ginecología (1.225), Otorrinolaringología (1.225), Neurocirugía (1.097), Dermatología (932), Cirugía Plástica (483), Angiología / Cirugía Vascular (406), Cirugía Maxilofacial ((332), Pediatría Cirugía (309), Cirugía cardíaca (118) y Cirugía torácica (58).
Todas estas cifras muestran que Extremadura es la comunidad autónoma con mayor índice de población en lista de espera para cirugía. Hay 21,42 habitantes por mil. Supera la media nacional, que se sitúa en 14,45.
Dias de espera
Asimismo, se encuentra entre las regiones donde los pacientes esperan más tiempo para someterse a una cirugía, con un promedio de 130 días. Es la quinta comunidad autónoma con peores datos y también por encima de la media nacional, que es de 121 días.
La cifra es inferior a los 170 días del año anterior. De esta forma se acerca a los registrados en 2019, cuando la pandemia aún no había estallado y que se situaban en 115 días de espera en el primer semestre y 121 en el segundo.
Eso sí, como nota positiva, esta vez la lista muestra una tendencia a la baja en todos los datos, coincidiendo con el fin de la presión sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus y gracias a la llegada de las vacunas covid.
En Extremadura, la tendencia es la misma que en el resto de España, con una disminución del número de personas en espera de una operación. Eso es 2.741 menos que en diciembre de 2020. En ese momento había 24.665 de Extremadura.
En cuanto a los días de espera, a finales de 2020 eran en promedio casi 173 días, 40 menos que cuando la región estaba inmersa en la tercera ola de coronavirus.
En cuanto a las primeras consultas con médicos especialistas, Angiología y Cirugía Vascular es la que acumula más días de espera, con 246. Le siguen Neurocirugía (224), Cirugía Plástica (215) y Traumatología y Cirugía Cardíaca, con 167.
«Necesito un tratamiento para reducir el dolor que depende de los anestesiólogos»
María Teresa Muñoz Hortal vive en Navalmoral de la Mata y sufre de espondilolistesis, una enfermedad en la que las vértebras se salen de su sitio y que pueden presionar el nervio y causar dolor.
Suele acudir a Cáceres para los reconocimientos médicos correspondientes y, según indica, ya ha sido sometido a cinco operaciones por esta enfermedad que padece desde hace 30 años. «El dolor va en aumento», explica.
Como se detalla, toma morfina y no existe cura para su condición. Lo único que pueden hacer los médicos es reducir el dolor. “Ya casi no salgo de casa. Lo suficiente para ir a ver a los médicos y poco más ”, dice.
La suya, dice, es una peregrinación constante a través de diversas consultas. “El médico de cabecera me remitió al cirujano ortopédico, que en mayo me hizo infiltraciones y fueron muy útiles. Luego fui a la unidad de dolor en el área de salud de Cáceres y me dijeron que tenía que bajar las dosis de morfina poco a poco para que unos meses después me volvieran a ver ”, cuenta.“ Luego me volvieron a ver ”. en octubre y ahora necesito un tratamiento para reducir el dolor que depende de los servicios de los anestesiólogos ”, especifica.
“Me dijeron que podía tardar mucho”, se queja María Teresa quien, según su relato, la llamó esta semana por los anestesistas para ver qué pueden hacer. «El médico también me dijo que todavía no recibiré tratamiento, así que estoy esperando y podría llevarme un año», dice.
Considera que «hay un problema con la falta de médicos y por eso las listas de espera son más lentas». No culpa a los profesionales, sino al sistema.
A ello se suma la ralentización de algunos servicios en los centros hospitalarios, como ya reconoce el SES, debido a la pandemia, que ha provocado una mayor presión sobre el tratamiento.
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