Atribuye una mayor tasa de mortalidad en las zonas de menor nivel socioeconómico de Barcelona
BARCELONA, 30 de marzo (EUROPE PRESS) –
Investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) encontraron en un estudio que el «incumplimiento» de las recomendaciones internacionales sobre contaminación atmosférica, ruido, calor y acceso a espacios verdes está relacionado con 1.037 muertes prematuras al año en la ciudad de Barcelona y 902 en Madrid.
La revista ‘Environmental Research’ publicó los resultados del estudio, que dijo que estas muertes representan el 7% de toda la mortalidad en Barcelona y el 3% de toda la mortalidad en Madrid. ISGlobal, centro patrocinado por la Fundación La Caixa, es una declaración.
Los autores destacaron que este es el primer estudio que «estima la mortalidad prematura y la distribución de múltiples exposiciones ambientales relacionadas con la planificación urbana y el transporte en ambas ciudades por nivel socioeconómico».
En Barcelona, la contaminación atmosférica por partículas finas es la exposición relacionada con una «mayor mortalidad prematura» que causa 524 muertes al año (48% de todas las muertes), seguida de la falta de espacios verdes (227 muertes), el ruido del tráfico (124), el calor (112) y finalmente exposición a dióxido de nitrógeno (12).
En Madrid, la falta de espacios verdes es la exposición asociada a una mayor mortalidad prematura (337 muertes al año), seguida del calor excesivo (244 muertes), la exposición a la contaminación del aire por dióxido de nitrógeno (207) y partículas finas (173) y el ruido. (148).
números
Con una «mejor planificación urbanística y de tráfico» Barcelona evitaría casi el doble de muertes que Madrid: 72 frente a 33 muertes por cada 100.000 habitantes, han asegurado los autores.
El estudio muestra una mayor proporción de polvo fino en Barcelona y dióxido de nitrógeno en Madrid, así como una distribución espacial diferente con una alta proporción de polvo fino en Barcelona y un mayor contenido de dióxido de nitrógeno en el centro de la capital española.
Si bien la principal fuente de emisión de dióxido de nitrógeno es el tráfico motorizado local, las partículas finas tienen una mayor capacidad de dispersión y están vinculadas a otras fuentes de combustión junto con el tráfico, argumentaron.
En cuanto a los espacios verdes, la gran mayoría de la población de Madrid y Barcelona -84% y 95% respectivamente- no tiene acceso a estos entornos naturales.
En términos de ruido, el 97% de la población de Madrid y el 96% de la población de Barcelona están expuestos a niveles de ruido del tráfico motorizado que superan las recomendaciones de la OMS.
Aunque no existen recomendaciones específicas para el calor excesivo, los investigadores calcularon la mortalidad mínima en Barcelona en 22,5 grados y en Madrid en 21,5 grados, y estimaron los efectos de una posible reducción de 1 grado.
DIFERENCIAS SOCIOECONÓMICAS
Los resultados del estudio muestran que una mala planificación urbana y del transporte en Barcelona se asocia a mayores tasas de mortalidad en zonas de menor nivel socioeconómico, mientras que en Madrid la tasa de mortalidad que les es atribuible varía según la exposición.
Aunque la contaminación del aire, la falta de espacios verdes y el exceso de calor son «un problema común» en Barcelona, las tasas de mortalidad atribuible son más altas en las zonas más desfavorecidas.
Así, las poblaciones de las zonas más desfavorecidas tienen una tasa de mortalidad 1,26 veces superior a la de los grupos menos desfavorecidos.
En Madrid, los barrios más desfavorecidos tienden a estar expuestos a partículas más finas y al calor que los barrios menos desfavorecidos, mientras que el dióxido de nitrógeno y el ruido tienen la asociación opuesta.
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